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RTVE homenajea con Mahler a Pérez de Arteaga
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Por Publicado el: 08/02/2017Categorías: Noticias

Ha muerto nuestro compañero José Luis Pérez de Arteaga

 

Ha muerto el musicólogo Pérez de Arteaga

El crítico y musicólogo madrileño, nuestro compañero José Luis Pérez de Arteaga ha fallecido anoche a los 66 años en el Hospital Puerta de Hierro.

Conocido por todos por dar voz durante años a la retransmisión del Concierto de Año Nuevo era especialmente querido por los oyentes de Radio 2 por ser el presentador del programa El mundo de la fonografía desde 1985  y los conciertos de la Orquesta Nacional de España.

Colaboró múltiples revistas musicales, como Ritmo y Scherzo, escribió varios libros y en prensa nacional: El País, ABC y La Razón. Gran erudito escribió abundantemente sobre el compositor Gustav Mahler, el compositor a través del que se entusiasmó con la música.

Se incorporó a esta web prácticamente desde su creación.

Todos los compañeros de los medios musicales nos sentimos desolados al haber perdido a un gran amigo, compañero y persona de extraordinaria relevancia en el panorama musical, que queda huérfano de uno de sus más preclaros miembros.

Cuando muere alguien que quieres, siempre deseas recordarlo en su ternura, y Jose Luis de eso tenía mucho.

El mismo explicaba en una entrevista: Un día, cuando yo era un crío, con once años, pasé por delante de la Unión Musical Española, en la Carrera de San Jerónimo de Madrid, y me paré delante del escaparate y me quedé mirando, en un disco, a la que en aquel momento me pareció la chica más guapa que había visto en toda mi vida. Yo no sabía siquiera quién era Mahler, ni sabía quién era ella. Y vi aquel disco. Me volví a casa y se lo dije a mi madre (porque a mi padre no me atrevía a decirle qué quería comprarme aquel disco con aquella chica tan guapa… además, es que ni sabía ni cómo se llamaba la obra, ni nada). Me parece que esa misma tarde conseguí el dinero y me lo compré. La primera decepción horrorosa llegó cuando leí la parte de atrás de la carpeta y vi que ponía, en un recuadro, que Kathleen Ferrier había muerto en el año cincuenta y tres. ¡Se había muerto 7 u 8 años antes! Y yo me quedé… Bueno, pensé que jamás, (porque entonces lo pensabas) que jamás ligaría o jamás me casaría con esa chica. Y, eso sí, me puse el disco. Me pareció un tostón morrocotudo, pero me impresionó mucho la voz de ella. ¡Qué voz tan bonita! Y me impresionó el comienzo del último movimiento, “Der Abschied”. Intenté seguir el texto, pero, bah, me aburría muchísimo. Aquello me parecía un rollo. Y, eso sí, sobre todo, me oí más de una vez las pistas del disco donde cantaba ella. ¡Qué voz! ¡Qué cosa! Y yo me decía: ¡pero cómo puede estar muerta! Creo que pasaron uno o dos años. Yo vivía por aquellos tiempos en Inglaterra, donde, la verdad, no recuerdo haber oído apenas Mahler, (tampoco se tocaba tanto, estamos hablando de los años 59, 60 y 61) y vi anunciado a Jascha Horenstein haciendo “Das Lied von der Erde”, la obra que yo había oído en disco a Ferrier. No oí ese concierto, no lo oí en Inglaterra, pero lo vi anunciado. Y resulta que, dos o tres meses después, vi que en Madrid actuaba Jascha Horenstein dirigiendo la Primera de Mahler. Les di el latazo a mis padres y nos fuimos al Monumental. Y ahí oí, y eso sí fue absolutamente de “shock”, la Primera de Mahler con Horenstein.

De ahí en adelante, y aunque en su casa le obligaran a estudiar Derecho y Empresariales en ICADE, José Luis no vivió para otra cosa que no fuera la música.

Como todos los “locos” realmente apasionados no sólo se llenaba el alma de sinfonías, intentaba continuamente que los demás entendieran que ese era el único camino de la salvación de las suyas.

Poco a poco iremos incorporando nueva información y mañana obituario de Arturo Reverter, Pedro Gonzalez Mira y Gonzalo Alonso, así como otros de personas que le admirábamos y queríamos.

Obituarios:

Querido José Luis,

Te voy a echar mucho de menos!!!

Me has acompañado en innumerables ocasiones desde el micrófono de Radio Clásica con tu característico estilo radiofónico,  con opiniones agudamente acertadas, cuando las dabas, y siempre discreto cuando no había que darlas por alguna causa, con tu humor fino, ora irónico ora benévolo, a veces tajante,  en depende qué ocasiones, con tu inmensa sabiduría sobre estilos, obras e intérpretes, en fin, tu voz inconfundible. Siempre ha sido un placer escuchar tus programas que sé serán ya una eterna  añoranza.

Me has entrevistado en incontables ocasiones en descansos de mis conciertos, entrevistas siempre en un sentido positivo, con preguntas interesantes dirigidas a resaltar las cualidades de los autores correspondientes y de los intérpretes a quienes acompañaba, como hacia la orquesta que ese momento estuviese dirigiendo; en otras ocasiones querías saber sobre los planes de futuro de alguna orquesta o mis propios planes, y siempre con ese interés por informar a los oyentes lo más certeramente posible.

Pero creo que lo más importante en ti han sido tus cualidades personales. Tú has sido siempre un amigo, en la extensión más sincera del concepto. Mi percepción fue que eras amigo de tus amigos y no les abandonabas nunca, les apoyabas cuando se pretendían cometer injusticias contra ellos de esa manera heroica que solo los grandes hidalgos han demostrado en nuestra tantas veces traidora patria. Siendo todas tus otras cualidades muy valiosas, la que destaco es tu personalidad generosa.

Nunca olvidaré aquel vuelo Málaga – Madrid en el que coincidimos. Lo pasamos al completo en un duelo incesante de “chistes”. Uno tú, otro yo… y así durante el trayecto, que si ya era corto se me hizo un suspiro. Por supuesto, el ganador del duelo fuiste tú. O la que ha sido nuestra última cena, en Santander con mi esposa, en que el duelo propuesto fue ser capaces de comernos un soberano chuletón tras más de seis entrantes y en que me cediste los honores de rendición sin empezar, alegando no estar ya en disposición de “frugalidades”…la última tenía que ser la que teníamos prevista ahora, y con qué mala saña nos la arrebata el destino.

Durante el tiempo que hemos estado los dos, cada uno a su manera, en el mundo de la música, hemos tratado de hacer cada uno de nosotros nuestro trabajo de la mejor forma posible. Tú desde luego lo has conseguido siempre y has sido un modelo de quien muchos deberían haber aprendido. Espero que sea así y que tu legado consista en que algunos puedan seguir tus pasos para llegar a ser tan honrados y brillantes como tú siempre fuiste.

Sí, José Luis, te voy a echar mucho de menos!!!! Miguel A. Gómez-Martínez

Echaré mucho de menos a la persona detrás de esa voz

Recibo la triste noticia de la muerte de Jose Luis Pérez de Arteaga con estupor pues lo creía en buen estado de salud.
Nunca olvido cuando lo conocí en los años setenta. Lo que mas me impresionó fue, a pesar de su juventud, su conocimiento enciclopédico del mundo de la música en general y del disco en particular. Su apartamento parecía una tienda de discos!. Con los años pude disfrutar, en mis estancias en España, de su voz y su sabiduría en Radio Clásica y de su amable compañía en infinidad de entrevistas y encuentros.
Los aficionados a la música clásica , estoy seguro, echarán de menos su voz. Yo echaré mucho de menos a la persona detrás de esa voz. Que descanse en paz.
Jesus López Cobos 

Querido José Luis, 

Querido José Luis. Te has ido y nos has dejado inmersos en una profunda tristeza.

Eres una persona tan entrañable que es algo  muy difícil de asumir.

Nos conocimos  en persona a finales de  los  80 , cuando comenzaba mi andadura, pero mucho antes a través de las ondas . Descubrirte fue algo hermoso :  una persona  de una generosidad infinita , de una simpatía ,  amabilidad y sencillez como pocas , de una profunda humanidad y ternura.

La última vez que nos encontramos fue en Santander cuando me entrevistaste en la pausa del concierto , siempre con ese cariño y conocimiento musical interminables.

Siempre te quise y te admiré enormemente , siempre será asi , no quiero hablar en pasado .

La personal e inconfundible  cadencia de tu voz y tu enorme sabiduría  quedarán grabadas  a fuego en mi corazón,  pero por encima de todo lo musical , será tu persona la que echaré más de menos .

Gracias por tantas bellas palabras , retransmisiones, entrevistas , pero sobre todo, gracias por tanto Amor como nos diste. Hasta siempre querido amigo. María José Montiel

Gracias por todo

Jose Luis,querido: tu muerte me ha pillado en USA y veo que lo que pensaba decirte te lo han dicho ya otros de nuestros amigos. Y que todos te hablamos como si no te hubieras muerto.
Que es, lo que voy a pensar en mi recital de Madrid la semana que viene. Que mientras nosotros sigamos aquí tu recuerdo seguirá. El recuerdo de tu sentido del humor ( ay de quién no lo tenga!), tu enciclopédica cultura y la sutileza con que «nos» llevabas en tus entrevistas.
Cuando fué la primera? En el hall del Palace.Tú eras un pipiolo que estabas haciendo tus primeras armas. Aunque luego descubres que ante la música, siempre estás haciendo tus primeras armas y que tienes que intentar cumplir como mejor puedas a ir haciendo tu camino al andar., como dijo Machado.
Todavía guarda Emma un articulo que escribiste sobre mi 75 cumpleaños,probablemente uno de los mas preciosos y lleno de cariño que he recibido nunca.
Gracias por todo. Buena suerte compañero.
Un abrazo fuerte, Joaquín Achúcarro

Su voz y su sonrisa socarrona nos acompañarán siempre

Con pocos días de diferencia han fallecido dos estudiosos de Gustav Mahler: Henry Louis de La Grange y José Luis Pérez de Arteaga, el primero a una edad avanzadísima y el español joven en ilusiones y pletórico de proyectos. Millones de personas echaran de menos su voz en la radio y la televisión y sus amigos su sentido del humor, anécdotas, memoria deslumbrante, traductor irrepetible con la admiración del mismísimo Boulez o Simón Rattle en varios encuentros.

Conocí a José Luis cuando su relación con la Música era de apasionado aficionado, trabajaba entonces en la compañía alemana «Tempo» y su ausencia en la oficina, por asistir a conciertos, le valió el despido. Él, como otros que firman hoy las críticas y comentarios musicales, pudieron escuchar y conocer a los grandes intérpretes internacionales en los años 70 , en los ciclos de Ibermúsica. Años más tarde sería valioso comentarista de nuestros programas de mano, muchos de ellos , especialmente de Mahler y Shostakovich, especialmente de este último, que valió el elogio que me hizo de José Luis uno de los mas conocidos biografos del compositor ruso: «es la mejor traducción y las mejores notas al pié de mi libro «Testimonio», me dijo Volkov en San Petersburgo.

Seguro que escuchando Mahler o un Vals de Strauss su voz y su sonrisa socarrona nos acompañarán siempre. Alfonso Aijón (Ibermúsica)

 

Lo que aprendimos oyéndole

José Luis Pérez de Arteaga ha sido uno de los críticos y musicólogos más relevantes de nuestro país, una voz emblemática de Radio Clásica y, desde luego, uno de los máximos especialistas en Gustav Mahler, de quien publicó diversas biografías y ofreció cursos magistrales en La Quinta de Mahler, uno de sus sitios preferidos de Madrid, pero sobre todo ha sido un erudito enciclopédico que además compartía sus conocimientos con un entusiasmo contagioso. Conocerlo y compartir con él momentos dedicados a la música, al teatro y a la gastronomía ha sido uno de los grandes privilegios de mi vida.

Pérez de Arteaga ha tenido una estrecha relación con prácticamente todas las instituciones musicales españolas. Fue un comentarista magistral de las primeras retransmisiones televisivas del Gran Teatre del Liceu, recién reabierto en 1999; retransmitía regularmente los conciertos de la Orquesta y Coro Nacionales de España y del Festival de Granada; era habitual en las retransmisiones del Concierto de Año Nuevo para TVE; y era el alma de “El ojo crítico” de Radio Nacional de España. Con el Teatro Real la relación fue, desde luego, muy intensa. Redactó artículos magistrales para los primeros programas de mano tras la reapertura del Teatro Real y se convirtió en el traductor habitual de los artistas en las ruedas de prensa de las primeras temporadas. También fue la voz habitual de las retransmisiones en directo de las óperas en Radio Clásica y autor de innumerables críticas en La Razón y Scherzo.

Como escribe alguien en las redes sociales, plagadas de mensajes de respeto y admiración hacia ese monstruo de la comunicación fallecido prematuramente a los 66 años, ya no habrá manera de agradecerle lo mucho que nos ha dado: su voz, su saber hacer, su elegancia, lo que aprendimos oyéndole. Joan Matabosch (Teatro Real)

 

Un maestro, de saber enciclopédico, generoso y lleno de buen humor

Ante la inesperada despedida de José Luis, quiero recordar al compañero siempre generoso, al maestro inigualable, siempre entusiasta a la hora de defender una música desconocida, un tesoro oculto. Que no ocultaba su felicidad, y la contagiaba, cuando se trataba de un intérprete de la tierra, de lo que siempre se enorgullecía. Echaremos mucho de menos su simpatía, su bonhomía y su sentido del humor, siempre tan irónico… Y con un repertorio tan amplio y enciclopédico. En el plano más personal, tengo que referirme a lo bien que encajaba cuando le ‘robaba’ algo de ‘su’ tiempo debido a las necesidades impuestas por las transmisiones en directo (¡ese imponderable radiofónico!). Y siempre elogioso hacia los colegas, cuando citaba en las suyas los comentarios de algún compañero. Insisto. Le echaremos mucho en falta. Ojalá que tenga su descanso eterno mecido por esas musas a las que tanto y tan bien sirvió. Rafael Banús (La Razón, Radio Clásica)

Nos ha dejado José Luis Pérez de Arteaga

La vida musical española está hoy de luto, pues una de sus más relevantes figuras acaba de fallecer, a los 66 años.

José Luis Pérez de Arteaga ha sido uno de los grandes nombres en la divulgación, promoción e investigación de la música clásica de nuestro país. El gran público le recordará como la voz que acompañaba, con  esos documentados y anecdóticos comentarios, las retransmisiones de los Conciertos de Año Nuevo de TVE desde el Musikverein de Viena, entre muchas otras.

Su firma ha brillado en las principales revistas de música clásica de nuestro país, en las más destacas cabeceras de los diarios de difusión nacional, páginas web especializadas y prestigiosos blogs. Ha sido uno de los biógrafos mahlerianos más importantes de nuestro país. Su primer libro fue publicado en 1987 y veinte años después publicó su segundo, donde además de la biografía de Gustav Mahler incluyó un completo inventario discográfico.

Todos los que le conocieron echarán de menos su inteligente humor, su memoria prodigiosa y ese conocimiento enciclopédico de autores obras y discografía.

Descansa en paz querido compañero. Fernando Rodríguez Polo (Ritmo)

 

Mazazo

Mazazo. El teléfono sonó sobre las nueve de la mañana de este soleado miércoles. “Ha muerto Pérez de Arteaga”. Tremenda esta ley de vida que es la muerte. Mahler, su amado Mahler era muy consciente de ello. Escucho el Adagio final de la Novena sinfonía, en la versión de su admirado Leonard Bernstein. “Sé que mi espíritu se ha de quedar con vosotros”, decía Pérez de Arteaga que quería expresar Mahler en el agonizante Adagissimo que cierra la sinfonía.

Pero no, la muerte no puede privarnos de mantener vivo, intensamente vivo, el recuerdo de tantos momentos compartidos, de tanta sabiduría transmitida, de tantas vivencias. Alegrías, sinsabores, ilusiones y cabreos. Tus humores y malhumores. Comidas y comilonas, cenas, risas, coloquios, conferencias, viajes musicales, conversaciones musicales, ¡estrecheces!

Admiré siempre tu sabiduría enciclopédica, tu capacidad de comunicador, de expresar con sencillez y amenidad las cosas más profundas. Para mí, has sido siempre –y sigues siendo- un modelo. Tus entrevistas, tus críticas, tu manera de escribir y de expresarte, tu generosidad tan excesiva… Tu personalidad absolutamente desbordante. ¡Eras único! Y ¡claro que vives y seguirás viviendo viendo siempre en todas las personas que te quisimos y admiramos! Imagino los tres ángeles de la Tercera de Mahler, que desde ahora son ya cuatro.  Justo Romero (Diario Levante, Beckmesser)

Su voz y su sonrisa socarrona nos acompañarán siempre

Con pocos días de diferencia han fallecido dos estudiosos de Gustav Mahler: Henry Louis de La Grange y José Luis Pérez de Arteaga, el primero a una edad avanzadísima y el español joven en ilusiones y pletórico de proyectos. Millones de personas echaran de menos su voz en la radio y la televisión y sus amigos su sentido del humor, anécdotas, memoria deslumbrante, traductor irrepetible con la admiración del mismísimo Boulez o Simón Rattle en varios encuentros.

Conocí a José Luis cuando su relación con la Música era de apasionado aficionado, trabajaba entonces en la compañía alemana «Tempo» y su ausencia en la oficina, por asistir a conciertos, le valió el despido. Él, como otros que firman hoy las críticas y comentarios musicales, pudieron escuchar y conocer a los grandes intérpretes internacionales en los años 70 , en los ciclos de Ibermúsica. Años más tarde sería valioso comentarista de nuestros programas de mano, muchos de ellos , especialmente de Mahler y Shostakovich, especialmente de este último, que valió el elogio que me hizo de José Luis uno de los mas conocidos biografos del compositor ruso: «es la mejor traducción y las mejores notas al pié de mi libro «Testimonio», me dijo Volkov en San Petersburgo.

Seguro que escuchando Mahler o un Vals de Strauss su voz y su sonrisa socarrona nos acompañarán siempre. Alfonso Aijón (Ibermúsica)

En La Quinta de Mahler durante una de sus conferencias

 

Son tantos recuerdos…

Conocí a José Luis en el año 1991, durante una cena en un restaurante en la calle Huertas de Madrid que se había organizado en honor del compositor británico Peter Maxwell Davies, quien dirigía esos días una serie de conciertos a la ORTVE, cena a la que también asistió, entre otros, Luis de Pablo. Me fascinó inmediatamente el carisma de aquel de aquel tipo de aspecto tan peculiar –su figura, marcada por esa inconfundible perilla, tenía algo intemporal, casi anacrónico- que parecía conocer no solo todos y cada uno de los entresijos del planeta música, sino que era poseedor de un talento especial para comunicar toda esa sapiencia. Yo era por entonces un recién llegado al mundo profesional de la música clásica; hacía pocos meses que había fundado una empresa de distribución de discos a la que llamé Diverdi, y aún no sabía que aquel personaje, dueño de una voz que ahora, después de conocer la increíble, insoportable noticia de su muerte, pasará sin duda al terreno de la leyenda, era ya por entonces uno de los mejores periodistas musicales que había dado este país. Tampoco sabía que, con el tiempo, aquel personaje a quien enseguida empecé a echar los tejos para que escribiera en un boletín de información discográfica que estaba proyectando, acabaría siendo uno de mis más queridos, entrañables y duraderos amigos. El pasado domingo teníamos que comer en su casa uno de los maravillosos cocidos madrileños que prepara de vez en cuando con mano maestra Almudena, su mujer (casi no me atrevo a escribir, su viuda). Un par de días antes me llamó para decirme que el cocido se posponía unos días, pues le habían ingresado en el hospital (para una observación ‘rutinaria’). Jamás podría haber imaginado, ay, que ese cocido no tendrá lugar, al menos no en este mundo. Querido José Luis, esto no se hace…

El mundo de la música clásica acaba de quedarse sin una de sus voces capitales, fundamentales, irreemplazables, irrepetibles. Pese a su juventud, José Luis se había tratado con todos los grandes maestros del pasado, desde Karajan y Bernstein a Giulini, Celibidache, Carlos Kleiber y George Szell; conversó con cada uno de ellos en su idioma, pues era políglota en un país y en una época en donde hasta los más cultivados tenían problemas para chapurrear un par de frases en inglés o francés (no digamos en alemán). Decir de él que ha sido el más grande especialista en Mahler que hemos tenido por estos pagos es un lugar común, pero es que era la pura verdad. José Luis lo sabía literalmente todo de su amado Gustav, y lo dejó escrito en un volumen imprescindible que fue publicado en su día en la colección de libros de la Fundación Scherzo. Su programa de Radio Clásica El mundo de la fonografía había adquirido en sí mismo un estatus de clásico. Cuesta imaginar las tardes de los sábados y los domingos sin la voz de Arteaga, como cuesta imaginar que el próximo concierto de Año Nuevo ya no será retransmitido por él. En realidad, lo que cuesta es imaginarse este pequeño universo nuestro de la gran música sin la voz, la sapiencia, el humor y la oceánica cultura de José Luis. El vacío que deja es difícil de calibrar, y mucho más en estas horas de zozobra en las que uno llora, más que a un enorme profesional o a un colega admirado, a un un amigo queridísimo.

He tenido la suerte de disfrutar de Arteaga durante más de un cuarto de siglo. Fue colaborador asiduo y entregado en el Boletín de Diverdi, y ha sido una de las presencias más asiduas en las actividades de La Quinta de Mahler, un pequeño templo musical que, por razones obvias, él consideraba un poco propio. Hace apenas tres semanas acompañó a David Afkham en un encuentro con el público, y presentó el nuevo CD del pianista Eduardo Fernández. El 1 de marzo estaba previsto que comenzara un nuevo curso (tras los que ya realizó sobre Mahler y Shostakovich) dedicado esta vez a una de sus grandes especialidades, el arte de la dirección de orquesta, para el que ya había mucha gente apuntada.

En Scherzo, revista que actualmente tengo el honor de dirigir, ha sido un colaborador asiduo desde los tiempos gloriosos en los que Antonio Moral y un grupo de locos maravillosos echaron a andar el que a la postre ha sido el mejor proyecto periodístico musical de las últimas décadas en España. El otro día, cuando me llamó desde el hospital para posponer el cocido, me prometió para esta semana una extensa necrológica de Henry-Louis de La Grange, el gran biógrafo de Mahler que acababa de morir. La necrológica debería publicarse en el número de marzo. Cómo podría haber imaginado que una semana más tarde estaríamos, yo y tantos otros que le hemos querido y admirado, escribiendo su propio obituario.

Querido José Luis, querido cofrade, amigo del alma, permíteme el tópico y la obviedad, pero te voy a echar muchísimo de menos. Y no voy a ser el único. Hasta siempre. Juan Lucas (Scherzo, La Quinta de Mahler)

Un amigo y un maestro

Con José Luis Pérez de Artega se me va un amigo y un maestro con el que la vida me unió desde hace cuarenta años. A su impulso le debo mi dedicación a la crítica musical y, por tanto, buena parte de mi desempeño profesional. José Luis ocupaba un espacio tan enorme entre nosotros, las gentes a las que la música nos une, que va a ser imposible que alguien pueda cubrir esta ausencia tan dura, tan injusta, tan inesperada. Era el antidogmático por naturaleza, abierto siempre a los nuevos nombres, a las nuevas ideas en la interpretación musical, nunca anclado en ese pasado que tanto agrada a quienes quizá se equivocaron de tiempo. Decidió ser músico, como le gustaba llamarse a sí mismo. Renunciando a las facilidades de una vida más tranquila, fue siempre fiel a sí mismo y, desde la falta total de arrogancia –que no de autoestima, de orgullo bien entendido-, era capaz de seguir enseñando, de manifestar sus ideas acerca de la música con la seguridad de quien sabe perfectamente de qué habla. Nada salía de él a humo de pajas porque todo tenía su fundamento preciso. Me hizo sufrir como editor pero su edición de Testimonio de Valdimir Volkov fue la mejor que se hizo en todo el mundo de un libro polémico que él supo enriquecer como nadie en sus notas. Y una queja: se nos ha ido sin el premio Ondas, que al darlo una institución privada, como le sucede al Nobel, no admite derecho a réplica. Pero ¿lo merecía alguien más que él en la radio española dedicada a la música? Hubiera, además, hecho más dulces esos tiempos finales de José Luis, resumido físicamente, pero tan activo y decidido como siempre. Nos vemos, amigo. Luis Suñén (Scherzo)

«El Pérez», un gran personaje único

Inesperadamente anoche nos dejaba un buen amigo, un excelente crítico musical (gran amante de Mahler), un excelente comunicador de la radio y la televisión públicas, pero sobre todo se nos fue un personaje único y caótico (en lo vital), brillante intelectualmente y con un gran sentido del humor. En fin, se fue para siempre un tipo irrepetible al que nunca olvidaremos… fueron muchos los ratos vividos juntos y muchas las horas de radio con las que nos acompañó a diario o las miles de páginas escritas que nos regaló desde las más variadas tribunas, cientos de ellas estupendas.

Así era, así fue José Luís Pérez de Arteaga («El Pérez» para los amigos): un gran personaje.

Se ha ido demasiado pronto. Tan solo tenía 66 años y mucha vida aún por delante. La vida a veces juega muy malas pasadas! Antonio Moral (CNDM)

19 Comments

  1. Oyente 08/02/2017 a las 11:36 - Responder

    Admiración, agradecimiento y tristeza. La vida ha perdido el placer de escucharle. Nunca le olvidaremos, al igual que a Fernando Argenta. D.E.P.

  2. José Ramón 08/02/2017 a las 12:57 - Responder

    Me falta palabras. La noticia del fallecimiento de Pérez de Arteaga me ha dejado en shock. Las tardes de los sábados y los Domingos ya no volverán a ser iguales. DEP

  3. maria pilar 08/02/2017 a las 16:57 - Responder

    Hablara de lo que hablara le daba un toque personal de inteligencia y amabilidad que era innata en él. Es una pena que este hombre haya muerto

  4. roberto 08/02/2017 a las 17:34 - Responder

    Muy afectado por la muerte de alguien tan imprescindible en la musica nacional. Descanse en paz.

  5. Carlos Aguilera Lopez 08/02/2017 a las 18:08 - Responder

    La verdad es que estamos aun conmocionados con la triste noticia. Ayer mismo echaba un ojo a la programacion del interesante curso que iba a dar sobre la direccion de orquesta y no me cabe en la cabeza que no podamos seguir disfrutando de su voz y su sabiduria. Esta mañana le escribi un pequeño poema inspirado en «La Cancion de la Tierra» de Mahler que tanto adoraba;sirva de postrero homenaje:

    Seras la voz que mece el viento
    seras la memoria donde hay olvido
    seras el silencio entre las musas
    seras un corazon enredado en sonidos.
    Tu sabiduria fue nuestro abono
    por ella florecian los tilos.
    Todo se llena de luz en la distancia;
    bendita tierra abraza a tu hijo
    ya no vagaras mas en soledad
    belleza de todas las cosas
    florece eternamente, florece…

  6. Rafael 08/02/2017 a las 18:13 - Responder

    He pasado toda la vida a escuchar a este hombre en la radio y a descubrir musicas e intèrpretes gracias a él, no se repetia nunca y daba la impresion de inmensidad con ese eclecticismo total, desde la musica de video juegos a Gubaidulina, de los valses de Strauss al eterno Mahler… los que basamos buena parte de nuesto equilibrio emocional en la musica nos sentimos algo perdidos, muy tocados por esta pérdida; un fuerte abrazo a Don José Luis, que en paz descanse. Nos quedan los podcast y el recuerdo de una vida escuchandole.

  7. Angel Antonio 08/02/2017 a las 19:49 - Responder

    Quisiera manifestar mi dolor por la muerte de Jose Luis Pérez de Arteaga y darle mi más sentido pésame a su familia. Desde hoy somos un poco huérfanos, ha muerto alguién que con su sabiduría y con su manera de expresarse nos ha hecho a todos más felices y más sensibles. Cuantas tardes de Sábado y de Domingo……en fin, siempre lo llevaré en mi corazón,
    inolvidable, irrepetible…..DEP.

  8. Javier 08/02/2017 a las 21:20 - Responder

    Estoy llorando sin lágrimas. Nunca jamás he sentido tanto el fallecimiento de alguien a quien no conocía en persona. Adiós José Luis. Saluda a Gustav de nuestra parte. Javier.

  9. Diego 08/02/2017 a las 22:05 - Responder

    Irrepetible. Qué haremos sin ti?

  10. Andrés 08/02/2017 a las 23:31 - Responder

    Una voz inconfundible. Una compañía insustituíble. Hoy acaban de diagnosticarme un proceso metastásico irreversible. El origen , conocido y esperado, qué mas da. Espero, creo,soy creyente, que podré continuar escuchándote, guiandome, enseñándome sobre la música que nos gustaba, nos gusta y, seguro, nos seguirá gustando. Sin gritos, sin levantar la voz, con tu voz pausada y cálida. Espérame. No muy tarde estaremos juntos. Con nuestra música.
    Un abrazo a tus allegados, que hoy te lloran, que sepan que pervives en tus amigos.
    Andrés.

  11. Roberto R.V. 08/02/2017 a las 23:58 - Responder

    También soy de los que me he quedado perplejo por su fallecimiento.
    Estas personas tan destacadas por su sabiduría no tenían que ser tan débiles en lo que a salud respecta porque nos dejan mucho vacío en el resto de nuestra vida.
    Un saludo maestro y desacansa en Paz.

  12. Kolaus 09/02/2017 a las 23:16 - Responder

    Disfrutando de él desde tiempos del colegio mayor y Radio 2, más de 30 años ha.

    Ayer, lagrimones incrédulos… Y una idea-sugerencia:

    ¿Auditorio Nacional Pérez de Arteaga?

    ¡Qué mejor homenaje!

  13. Impulso Concertante 10/02/2017 a las 09:19 - Responder

    Sentimos mucho la pérdida de José Luis Pérez de Arteaga. Nos duele por su valor universal como reconocido y cuidadoso hombre de palabra, de estudio, de escritos y música. Y nos duele porque reconoció desde muy pronto y en público la valía de Laia Falcón​ a propósito de un disco grabado con Hansjörge Shellenberger. Nuestro más sentido pésame a su familia natural y compañeros; y nuestro más sentido pésame a la familia de aficionados a la música
    Su faceta de humor amable y didáctico en El Ojo Crítico.. https://www.youtube.com/watch?v=uE-4Flwluyc

  14. Laia Falcón 10/02/2017 a las 12:06 - Responder

    Gracias, querido José Luis, por tu elegancia, tus palabras y tu sabiduría. Por animarnos cotinuamente, y sobre todo al empezar. Y por transmitir siempre ese titánico amor por la cultura.
    Un abrazo muy fuerte a toda tu gente,
    Laia Falcón

  15. Jose Figueras 12/02/2017 a las 17:52 - Responder

    Siento su perdida , siento no poder escucharle mas , aprender de él . Tanto me ha enseñado , tanto he disfrutado escuchándolo, tanto disfruto escuchando la música y recordando sus comentarios . Seguro que lo podré saludar en otro lugar , entre músicas celestiales , malherianas , wagnerianas, strausianas ….Gracias por haberme dado tantos momentos maravillosos de la musica
    Josep

  16. Juan José Escrivá segui 12/02/2017 a las 23:19 - Responder

    José Luis Pérez de Arteaga y Ángel Álvarez son divulgadores y radiofonista de lo mejor que ha tenido este país en cuanto a música se refiere y la cultura en general,menciono a ambos porque los dos tenían una voz cálida como un susurro,cuando empezaban hablar envolvían al oyente,el caso es que después de más de treinta años escuchando el mundo de la fonografiap por las tardes del fin de semana el desarraigo tan repentino como inesperado de la muerte de José Luis Pérez de Arteaga me ha causado un gran dolor y lloró de forma desconsolada la muerte de un comunicador irrepetible.su voz se apaga pero tu José Luis no morirás nunca en el sentido de que tu obra y tu legado estarán siempre en nuestros corazones hasta el fin de los tiempos.gracias maestro fuiste un ser muy especial ,aprender amarte y escucharte fue fácil pero olvidarte será imposible
    Juan José Escrivá segui de fonograf(Benidorm)

  17. Mary Carmen 13/02/2017 a las 22:18 - Responder

    Mi mas sentido pesame a la familia. Los Domingos siempre te veia en el Auditorio de Musica de Madrid cuando ibas a comentar los conciertos de la Orquesta y Coro Nacionales de España, por Radio Clasica. La vida ha sido muy injusta, porque aun tenias mucha vida por delante y todavia me quedaba mucho por aprender de tu sabiduria musical . Te echare de menos y cuando se retransmita el concierto de Año Nuevo añoraremos tu inconfundible voz. D.E.P

  18. luis del Palacio 01/03/2017 a las 21:28 - Responder
  19. Ana Mari Pérez Marín 03/02/2018 a las 23:07 - Responder

    Recuerdo hace años, cuando le escribí una carta. Le decía que era una persona inteligentísima, muy culto… bueno todo tipo de “flores”… Me ayudó mucho su compañía radiofónica cuando contraje el cáncer; escucharle era un bálsamo. Siento una gran pena y quiero dar mi más sentido pésame a la familia. Descansa en Paz, SEÑOR PÉREZ DE ARTEAGA.

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