Pocos cantantes, quizá sólo Callas y Caballé, han sido capaces de hacer cambiar de opinión al público de la Scala a lo largo de una representación. Callas solía tener tremendos primeros actos y dar la vuelta a la tortilla. Leonie Rysanek contó una vez que nunca olvidaría una «Anna Bolena» en la Scala con Callas. El público la abucheó tras un desastroso primer acto pero tras el descanso salió otra Callas y esa Callas domó a sus detractores y les hizo aplaudir hasta el delirio. Dijo que que nunca había sentido la sensación de hallarse ante una gran artista como en aquella ocasión. No queda un registro de entonces, pero sí de algo parecido con Caballé y en la misma ópera.

A Caballé le sucedió otro tanto en «Anna Bolena» en la Scala, pero fue a lo largo del aria final. Falló un agudo, casi se para la orquesta y alguien hasta la llamó bruja. Llegó el final del aria y la cabaleta final y la sala se dividió entre vítores y abucheos.

He aquí algunos momentos de una función en 1982 de la que Caballé no guarda ningún buen recuerdo y uno de esos momentos a los que se refiere Gonzalo Alonso en su artículo «La superba, homenaje merecido»

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Y aquí su maravillosa aria en Paris en 1966

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Y un formidable «Roberto Devereaux» en el mismo concierto

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