Concierto de Santa Cecilia

Halffter estrena pasodoble

Obras de Beethoven, Prokofiev y Halffter. Orquesta Sinfónica de Madrid. Nicola Luisotti, director. Auditorio Nacional. Madrid, 23 de noviembre de 2015.

La veterana Orquesta Sinfónica de Madrid, con más de ciento diez años a sus espaldas, celebró un año más su tradicional Concierto de Santa Cecilia. Lo hizo con un Auditorio Nacional en el que no cabía un alfiler más y en el que estaban muchas de las personas ligadas desde hace años a la institución, además de representantes del Teatro Real, donde es conjunto titular. Resalto este hecho porque hubo años en los que el teatro brilló por su ausencia en la fiesta de su propia orquesta. Bueno es que las cosas hayan cambiado. Como es frecuente y lógico se subió al podio aquel que se encuentra dirigiendo también la ópera que se representa o ensaya en el teatro. En este caso “Rigoletto” lo concertará Nicola Luisotti, una de las figuras emergentes de la dirección orquestal.

El maestro de Viareggio abrió con una lectura impetuosa pero algo deslavazada de la “Séptima sinfonía” beethoveniana y continuó con otra séptima mucho menos habitual en las salas: la de Prokofiev. Partitura bastante sorprendente, de una inesperada ligereza y por cuyos segundo y cuarto movimientos parecen pasearse a veces Cenicienta y Romeo. Es su última sinfonía y la última obra que escuchó en vivo en un concierto, ya que fallecería poco después, justo el mismo día que su “amigo” Stalin, cuyo régimen había arrestado y enviado al gulag a su esposa Lina, española, años antes acusada de espionaje y de haber intentado enviar dinero a su madre en España. Luisotti y la Sinfónica se lucieron y el director levantó, uno por uno, a los atriles.

Pero la sorpresa de la celebración vendría con una especie de propina situada al final del programa: el regalo de Cristóbal Halffter con la orquestación de “Suspiros de España”. Precioso trabajo, dedicado exclusivamente a la cuerda como queriendo huir del sonido a “banda” del pasodoble, con un sereno inicio y un inspirado y concentrado desvanecimiento final. Halffter tiene en sus manos un segundo éxito similar a “Tiento y batalla” a poco que retoque su parte central y permita que a ella se incorporen otras secciones orquestales. El compositor fue llamado al escenario para recibir las insistentes muestras de cariño y admiración de los asistentes. Por cierto, bien merecería volverse a programar su última obra “Imágenes”, inspirada en Goya y Beethoven, estrenada en fecha poco propicia, a finales del pasado verano.