Kaufmann y Tezier en los ensayos de La Bastilla

Y más allá de los Pirineos: Don Carlos en París

Mientras en Madrid se espera mañana el estreno de una españolísima Carmen tremendamente politizada, donde las miradas van a estar fundamentalmente en los movimientos de una bandera, más allá de los Pirineos, del Process y del miedo hoy se estrena en París -si una huelga no lo impide- lo que es sin duda el acontecimiento operístico más importante de este otoño con otro nombre muy español, Don Carlos, aquél infante enfrentado a su padre, Felipe II.

Los que no podamos asistir, sentados en una butaca oscura, nos esperan las salas de cine el día 19, desde la Ópera de la Bastilla y en cualquier ciudad de España, podremos ver la función en directo, con más comodidad y con las voces en primer plano.

Este Don Carlos no es sólo el caramelito otoñal de este veroño porque no sea nada habitual presenciar esta obra en su versión de cinco actos y en francés, sino porque será Jonas Kaufmann, el tenor más admirado de los últimos tiempos, quien defienda el rol que da nombre a la obra.

Kaufmann, a pesar de los problemas vocales que viene arrastrando, sube a escena un papel que domina a la perfección desde e año 2013 y que tiene grabado en DVD en su producción de Salzburgo.

Otra buena razón para querer vivir este Don Carlos como sea es sin duda Elina Garanca. Será su estreno como Éboli, su voz y su buen hacer encima del escenario como artista completa le dan todos los puntos para que salga al escenario esperando una ovación.

La soprano Sonya Yoncheva es otra estrella del panorama operístico actual. Reclamada por todos los grandes teatros debuta su Élisabeth francesa. Crítica y público podrán comprobar en este debut hacia dónde va su voz según enfrente este papel icónico del repertorio verdiano.

Ludovic Tézier es un barítono espléndido con muchos rodrigos a sus espaldas, el bajo Ildar Abdrazakov también ha demostrado que sabe cómo cantar el papel de Felipe II, tanto vocalmente como en el terreno actoral y Dmitry Belosselskiy no va a defraudar como gran inquisidor ni siquiera entre este universo de estrellas.

En lo que respecta a la dirección de orquesta, tenemos la sabrosa sorpresa de Philippe Jordan, maestro en ebullición que sabe cómo encandilarnos a todos.

Philippe Jordan hablando de este estreno

El director de escena Krzystof Warlikowski hablando de su puesta en escena