El curioso caso Zemsky

El pasado viernes, día 11, a las 23,33 me llegó un whatsapp de un muy conocido regista: «Ha muerto Zemsky». ¿A qué Zemsky se refería? Cuando uno está de vacaciones, está de vacaciones. A pesar de ello busqué a la mañana siguiente en Google y twitter el fallecimiento del tal Zemsky. Ni una palabra. No era cuestión de llamar a mi amigo regista porque no suelen madrugar y recordé la agencia Zemsky-Green, una si no la más potente en los medios musicales. Entre otros de sus artistas representados figuran Jonas Kaufmann, Pretty Yende, Anja Harteros, Ermonela Jaho, Nino Machaidze, Eva Maria Westbroek, Gwyneth Jones, Charles Castronovo, Brandon Jovanovich, Erwin Schrott, José Bros, Ainhoa Arteta, etc. ¿Sería él? Busqué por Bruce Zemsky. Tampoco había noticias de él. No ya de su fallecimiento, sino apenas de su existencia. Ni siquiera en la web de su propia empresa. Incluso tres días después tampoco hay más que un par de noticias sobre su desaparición, ni del síndrome mielodisplásico, una variante de leucemia, que padecía.

¿Cómo es posible que uno de los cuatro agentes artísticos más importantes del mundo pasase tan desapercibido en internet? Ni siquiera una entrada en Wikipedia y resulta difícil encontrar una foto en la que claramente se le distinga. Sí que, en cambio, hay videos en Youtube de él cantando sus propias composiciones. Hay personas que logran conservar el anonimato. Me recuerda el caso de mi buen amigo Jesús Polanco o el de Amancio Ortega. Uno rico y poderoso y el otro inmensamente rico lo lograron hasta que les llegó la circunstancia que no pudieron evitar y sus imágenes salieron a la luz.

Su socio, Alan Green, acaba de publicar su nota personal en facebook hace tan sólo diez horas con toda su biografía. Para aquellos que le conociesen y para quienes no, pero tengan curiosidad, aquí la tienen si pinchan

Aquí una entrevista en Musical America:

Un recuerdo al Bruce Zemsky compositor: