Ya les dije yo que unos siguen mientras quieren y otros mientras pueden. Entre los primeros, por ejemplo, los críticos musicales. Entre los segundos, por ejemplo, los políticos. ¡Ay que ver lo mal que debe sentar dejar de ser «excelentísimo» o «ilustrísimo»! Pues aquí otra vez a empezar, a volver a contar las mismas cosas a los nuevos, a ver que no se enteran y como caen en los mismos errores de sus antecesores, a comprobar que se creen por encima del bien y del mal… ¡Qué pereza! La verdad es que me voy cansando de la pizarra y de Hans Sachs.
Adiós Pilar del Castillo. Hizo usted en educación lo que tenía que hacerse. Esperemos que subsista. El gran problemde la España de hoy viene de haber dejado en su día la educación en manos de las diferentes comunidades. Pan para ayer y hambre para hoy. Poco hay que hablar de lo que hizo en cultura. Ya ve que ni lo de la ONE quedó solucionado por más que presumiese de ello. Adiós Luis Alberto de Cuenca. Me quedo con sus poesías antes que con su trabajo ministerial y, sobre todo, con su persona, pues no abunda la buena gente. Adiós Andrés Amorós. Empezó usted con buenos propósitos que pronto se diluyeron entre canapés, viajes y sus dietas. A favor, el haber recobrado a José Antonio Campos para tareas líricas.
Y ahora habrá que dar la bienvenida a Carmen Calvo. No tengo el gusto, pero espero no tener el disgusto. Me cuentan que sus virtudes son sus defectos. Que es usted mujer de acción, que decide mucho pero no siempre con la información y el reposo adecuados. Que es «piquito de oro» y muy “figurona”. Y que debe su nombramiento a dos cuotas, las de mujer y Andalucía. Por cierto, veo a Zp muy machista. Cuota femenina sí, pero en los ministerios «marías». Tendrá ahora que empezar a colocar a los amigos. La lista es larga y hay más esperanzas que puestos. El primer consejo: no nombre un director para el INAEM si tiene pensado cargárselo. Pero, ¿esto lo ha pensado bien? Segundo consejo: no cambie ni nombre a nadie hasta no tener una idea clara de lo que quiere. A veces las personas son incompatibles con las tareas a desarrollar. Tercer consejo: léame las próximas semanas que le ayudará. Cuarto consejo: escuche e infórmese bien antes de decidir. De nada. BECKMESSER.COM