A medida que el tiempo pasa va aclarándose la razón por la que Gerard Mortier realizó unas declaraciones fuera de tono al diario vienés «Kurier» sobre Jesús López Cobos. Realmente no se entendía aquel ataque personal en el que afirmaba en falsedad total que había tenido que echar al maestro porque no trabajaba con la orquesta, amén de criticar su lectura de «Cenerentola» en la Ópera.

Realmente no era a López Cobos a quien quería hacer daño Mortier sino a Dominique Meyer, intendente de la Ópera de Viena y con quién había trabajado en tiempos de juventud hasta acabar enemistados tras su época parisina. Atacar a López Cobos cuando éste estaba dirigiendo «Cenerentola» en Viena era una forma de atacar al teatro y a su máximo responsable.

Gerard Mortier canceló, nada más aterrizar en el Real, la coproducción con Viena de “Moisés y Aaron” de Schönberg que Antonio Moral había dejado programada. Era la consecuencia de su enemistad con Meyer.

ORF: Meyer: „Mortier ist nicht seriös“

Todo se va aclarando, ahora falta que los juzgados también determinen que las declaraciones de Mortier, al relatar hechos falsos, no reflejaban una opinión sino que realmente representaban una calumnia.

Comunicado de los abogados de Jesús López Cobos:

“A fecha de 27 de febrero de 2014, el despacho de abogados de Don Jesús López Cobos ha presentado el Recurso de Apelación contra la Sentencia dictada por el Juzgado de primera instancia nº 48 que desestimaba la protección del Derecho al Honor del Maestro López Cobos.”

Los abogados del exdirector musical del coliseo madrileño consideran que es «contraria a derecho» por no aceptar la declaración del anterior director general Miguel Muñiz, la persona más indicada «para ilustrar al juzgado».

El director de orquesta Jesús López Cobos ha apelado el fallo que desestimó su demanda contra el Patronato del Teatro Real y el que fuera su intendente Gerard Mortier por entender que su derecho al honor había sido lesionado.

Los abogados del director de orquesta zamorano recurrió ayer la sentencia por considerar que es «absolutamente contraria a Derecho».

López Cobos, director musical del Real hasta 2010, durante siete temporadas consideró lesionado su derecho al honor por unas declaraciones de Mortier al periódico austríaco Kurier, en las que afirmó que su antecesor «apenas trabajaba con la orquesta» y que tuvieron que «echarle».

Sin embargo, el Juzgado número 1 de Madrid desestimó la demanda del director de orquesta por entender que las declaraciones de Mortier debe «entenderse que se encuentran en el ejercicio del derecho de crítica en relación con la actividad profesional del señor López Cobos».

La defensa de López Cobos ha alegado que no fuera aceptada la declaración de Miguel Muñiz de las Cuevas, director general del Teatro Real en la época en la que el zamorano fue su director musical.

Los abogados de López Cobos consideran que se trata de la persona «más indicada» para «ilustrar al juzgado», manteniendo que la resolución del contrato de su cliente con el Real se debió a la «decisión unilateral del maestro en no renovar dicho contrato».

«Ante la Sala queremos evidenciar este particular como cuestión básica y principal para entender la intromisión ilegítima del derecho al honor al que mi representado se vio sometido por parte de las públicas declaraciones del codemandado Gerard Mortier en el periódico Kurier y bajo el marco de la institución en la que se presenta en entrevistado», recoge el texto.

La resolución, escueta y desmotivada, otorgaba prioridad a la libertad de expresión frente al derecho al honor del que fuera Director Musical del Teatro Real. Entre otros motivos el recurso alega que la sentencia no se detuvo a verificar ni fundamentar que las declaraciones públicamente realizadas por el señor Mortier no representaban una opinión sino la expresión de hechos manifiestamente falsos. En otras palabras, una calumnia digna del Don Basilio rossiniano Igualmente, se alega por el recurrente que en la vista oral se le impidió practicar las pruebas propuestas y admitidas. Entre otras, además de la declaración de Muñiz, el interrogatorio del principal demandado, Gerard Mortier quien, mientras alega problemas de salud para asistir a juicio, era público y mediático que asistía en esta capital a ensayos y estrenos en fechas inmediatas al juicio.