Kunde, un campeón dentro y fuera del escenario
Kunde ha construido un trono en el mundo de la lírica como uno de los cantantes más versátiles de nuestro tiempo: el tenor ha recorrido un largo repertorio desde I Puritani del 87 al Andrea que canta por segunda vez (lo estrenó en Roma hace unas semanas) con una gran sinceridad y frescura en la voz.

Muy aplaudido en este reciente estreno en la capital italiana, el sábado saldrá a escena en el Euskalduna bilbaíno defendiendo el mismo papel de la ópera de Umberto Giordano.

Mañana  tendrá lugar el lanzamiento de VINCERO!, una selección de arias que Kunde ha cantado a lo largo de una dilatada carrera, en las que ahora se muestra en plena madurez interpretativa junto a la Orquesta Sinfónica de Navarra a las órdenes de Ramón Tebar.

En el nuevo disco ha registrado las arias de Radamès (Aida), Alvaro (La forza del destino), Otello, Canio (I pagliacci) des Grieux (Manon Lescaut), y el «nessun dorma», el aria de  Calaf de Turandot.

El título, por supuesto, recuerda al final del aria de Calaf, pero seguramente también resume el espíritu de este apreciadísimo tenor en España, que comenzó su carrera como cantante de rock, que fue alumno de Kraus y tuvo grandes éxitos como tenor rossiniano, que sufrió un cáncer de testículos del que no habló hasta pasados ocho años (a pesar de los rumores constantes de la crítica de que había perdido la voz) y que no sólo superó la enfermedad, sino que nos está dejando a todos sin palabras en sus triunfos como tenor dramático.

El 6 de agosto ofrecerá un recital en el Festival de Peralada junto a  José Ramón Martín al piano donde seguramente abarcará de nuevo varias de las arias del disco.

Gregory Kunde ha vencido, sin duda, muchas cosas y se le agradece esa grandeza de tomarse las cosas en serio sólo encima del escenario y de ser un maestro en las lecciones de la vida.