La Quincena Donostiarra, la OCV y Mark Elder

Entre los platos fuertes de la actual Quincena Musical de San Sebastián se encuentra el debut en doble jornada de la Orquestra de la Comunitat Valenciana, el mejor conjunto sinfónico español y uno de los más importantes creados en Europa en las últimas décadas. La formación titular del Palau de Les Arts se presentará en el Kursaal, mañana y pasado, bajo la dirección de su titular in pectore, Mark Elder.  

Sir Mark Elder comparece con la Orquestra de la Comunitat Valenciana (c) Miguel Lorenzo

La OCV se presenta con un compendio sinfónico ideal para exhibir los registros y excelencias de una formación sinfónica que ha triunfado y convencido tanto en el foso como sobre el escenario de la mano de las mejores batutas, con nombres tan destacados, como el de su fundadores, Lorin Maazel y Zubin Mehta, y Riccardo Chailly, Andrew Davis, Gustavo Dudamel, su extitular James Gaffigan, Daniele Gatti, Gustavo Gimeno, Valeri Guérguiev, Pablo Heras Casado, Manfred Honeck, Jesús López Cobos, Gianandrea Noseda, Andrés Orozco Estrada, Vasili Petrenko o George Prêtre.

Elder y sus músicos de Les Arts recalan en Donostia con un repertorio variado y rico en exigencias artísticas e instrumentales, representativo de lo que ha sido y hecho la OCV en sus casi dos décadas de andaduras sinfónica y operística, desde que ofreciera su primer concierto, el 8 de octubre de 2006, dirigida por Zubin Mehta en su sede del Palau de Les Arts. El primer programa, mañana, se centra en el repertorio ruso, representado por dos figuras tan universales y representativas como Chaikovski y Shostakóvich.

De Chaikovski interpretan el que quizá sea el concierto para piano más célebre de la historia, el en si bemol menor, opus 23. Obra de éxito utilizado en mil y una películas, anuncios televisivos y hasta como música para ambientar el amor. Música a flor de piel, brillante y luminosa, escrita desde el corazón, sin recovecos ni disquisiciones, por más que la parte solista sea un reguero de dificultades técnicas cargadas de obstáculos.

En esta ocasión, será el virtuoso argentino Nelson Goerner el encargado de defender la parte solista, cuyas enormes exigencias técnicas “lo hacen prácticamente intocable”, como dijo en su día un coloso del teclado como Anton Rubinstein. Goerner, que es además un artista de primera, certificará una vez más el error de Rubinstein con su pianismo perfecto, que hace del virtuosismo expresión y viceversa.

La música de Shostakóvich, tan inimaginable sin el precedente estimulante y paisano de Chaikovski, completa este primer programa. Lo máximo cabe esperar de la versión que ofrecerán de su Quinta sinfonía, tras aquella “estremecedora” Cuarta sinfonía sentida en el Palau de Les Arts el 24 de octubre de 2023, y de la misma implacable y demoledora Quinta sinfonía que ofrecieron en Valencia y Castellón hace apenas unas semanas, el 3 y 4 de julio.

No menos atractiva es la segunda jornada “valenciana” de la Quincena, el lunes, en la que Elder y sus profesores de la OCV contarán con el concurso del Orfeón Donostiarra y un cuarteto vocal de campanillas -en el que no faltan dos estrellas de la lírica tan reconocidas como la soprano Federica Lombardi y el tenor donostiarra Xabier Anduaga– para adentrarse en el belcantismo avanzado del Stabat Mater de Rossini.

Antes, como preámbulo perfecto, la Segunda sinfonía de Beethoven, tan bien emplazada entre el clasicismo último y el romanticismo. Dos citas ineludibles de esta octogésima sexta Quincena, que bien justifica el viaje a la que desde siempre es una de las ciudades más hermosas y gratas de España. O sea, del mundo-mundial. ¿Se las va a perder?

Justo Romero