De ‘Boris Godunov’ al jazz, esta semana, en Mezzo y Mezzo Live
La semana del 6 al 12 de octubre, los canales Mezzo y Mezzo Live presentan una programación en la que destacan propuestas como la ópera Boris Godunov desde la Dutch National Opera, una live session de la Filarmónica Checa con Shostakóvich y Strauss, la Gran misa de Mozart con el Leipziger Ballett, el festival Misteria Paschalia y el festival Jazz sous les Pommiers. La calidad artística queda garantizada por figuras como Vasily Petrenko, Semión Bychkov y cantantes e instrumentistas de primer orden.

Producción de Boris Godunov de Kirill Serebrennikov
La segunda semana de octubre, Mezzo y Mezzo Live proponen un viaje musical donde las partituras se convierten en relatos sobre el poder, la espiritualidad y la comunidad. Un mosaico que une ópera, sinfonía, ballet, barroco y jazz para mostrar cómo la música refleja las grandes preguntas humanas.
La Dutch National Opera abre este itinerario el 10 de octubre con Boris Godunov, la ópera en la que Músorgski desvela los fantasmas del poder político: ambición, miedo y soledad en el trono. La monumental producción de Kirill Serebrennikov, con Tomasz Konieczny como zar, y la Royal Concertgebouw Orchestra dirigida por Vasily Petrenko, convierte la historia en un espejo del presente.
Ese mismo pulso entre individuo y colectividad resuena en la Octava sinfonía de Shostakóvich, interpretada por la Filarmónica Checa bajo las órdenes de Semión Bychkov, el sábado 11. En contraste, Mao Fujita interpreta el Burleske de Strauss, obra juvenil que combina un despliegue pianístico desbordante con un tono humorístico y paródico, que a la vez caricaturiza y celebra el virtuosismo.
Frente a estas visiones terrenales del poder, la programación de octubre abre también un espacio a lo trascendente. El Leipziger Ballett convierte la Gran Misa en do menor de Mozart en danza el lunes 6, revelando cómo una obra inacabada, mezcla de stile antico y dramatismo operístico, puede transformarse en un rito visual y corporal. La coreografía de Uwe Scholz resalta el carácter antifonal del Kyrie y la monumentalidad del Gloria.
Esa búsqueda de lo sagrado se prolonga el viernes 10 desde Cracovia con el Festival Misteria Paschalia, dedicado a la música barroca y a sus ecos en el clasicismo. El primer programa, dirigido por Giulio Prandi al frente del Coro y Orquesta Ghislieri, combina el Salve Regina y el Conductus funebris de Gorczycki con el solemne Mattutino de’ Morti de Davide Perez.

Vox Luminis (c) Mario Leko
El segundo, el domingo 12, con Vox Luminis y la Orkiestra Historyczna, pone en diálogo el Miserere de Jommelli, ejemplo de la expresividad casi operística de la música sacra dieciochesca, con dos obras de Mozart: la Sinfonía n.º 40, símbolo de la intensidad dramática del clasicismo, y el Davidde penitente, adaptación de su misa inacabada que convierte el lenguaje litúrgico en una experiencia concertante de gran virtuosismo.
Como contrapeso a lo solemne y trascendente, el festival Jazz sous les pommiers celebra la música como espacio de encuentro. La flautista Naïssam Jalal propone, en Landscapes of Eternity, un viaje que une improvisación y modos orientales; el Fidel Fourneyron Quartet, y el Concert des résidents convierte la improvisación colectiva en un ritual comunitario que recuerda que la música no solo se contempla, también se comparte.


























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