La directora Anja Bihlmaier llega a la OCNE con un repertorio dedicado a obras de Brams y Mahler, dos piezas clave del siglo XIX. La formación interpreta dos obras que tienen como punto de partida Budapest pero que encontraron su destino final en la capital austriaca: Concierto para piano y orquesta núm. 2 y la Sinfonía nº. 1 en Re mayor, Titán.

Anja Bihlmaier

La OCNE recibe como directora invitada a Anja Bihlmaier, rostro frecuente en las últimas temporadas sinfónicas de la formación pública. En esta ocasión, los días 17, 18 y 19 de octubre, la maestra alemana se pone al frente de dos autores de primer nivel, clave en la música instrumental del siglo XIX: Brahms y Mahler. Las partituras presentadas para este nuevo concierto del ciclo sinfónico cuentan con un parentesco espacial, ya que ambas fueron estrenadas en Budapest, si bien su destino final fue Viena, la capital de la música del momento.

La primera parte estará dedicada al Concierto para piano y orquesta núm. 2 de Brahms, partitura considerada como una de las más complejas del repertorio pianístico. A diferencia del primer concierto, en esta obra el autor profundiza en un estilo que mira más hacia el lirismo, con fuerte inspiración en la música de Liszt, al contar con pasajes de gran agilidad y virtuosismo. Para esta ocasión, la OCNE contará con el pianista noruego Leif Ove Andsnes como intérprete invitado.

La segunda parte ofrece una obra que, al igual que la anterior, también fue estrenada en la ciudad húngara, con destino Viena: la Sinfonía nº. 1, Titán, de Mahler. Esta partitura, que inaugura el apartado sinfónico del repertorio del mencionado autor, es considerada como una de las más interpretadas de este, algo que choca con el día de su primera interpretación, cuando crítica y público la rechazaron casi de forma unánime. Si bien se trata de su primera sinfonía, en esta ya se pueden encontrar elementos que marcarían las siguientes, como el uso libre de la forma, la inspiración en el folclore, y las grandes dimensiones de la orquestación.