La semana del 29 de septiembre al 5 de octubre, los canales Mezzo y Mezzo Live proponen un viaje musical por los años decisivos que transformaron la música europea. Serán parte de la programación destacada los conciertos para violín de Beethoven, el concierto de Dvořák, el de Chaikovski, concebido para Leopold Auer, y el de Bartók, compuesto originalmente como una declaración amorosa.

Gautier Capuçon

Del 29 de septiembre al 5 de octubre, Mezzo y Mezzo Live proponen un viaje musical por el periodo comprendido entre 1870 y 1920, cuando el romanticismo alcanzaba sus formas más elaboradas y, al mismo tiempo, comenzaban a abrirse camino las semillas de la modernidad.

Esta programación refleja esa tensión entre tradición e innovación a través de conciertos para violín que, aunque hoy son pilares del repertorio, en su momento fueron recibidos con incomprensión o rechazo: el de Beethoven, olvidado hasta que Joseph Joachim lo reivindicó medio siglo después; el de Dvořák, jamás interpretado por su destinatario; el de Chaikovski, rehusado por Leopold Auer antes de consagrarse como una obra cumbre; y el de Bartók, concebido como una declaración amorosa que permaneció inédita durante décadas tras ser rechazada junto con el compositor.

Esta semana Mezzo Live inaugura su programación con dos propuestas que no solo destacan por su nivel artístico, sino también por su valor histórico y estilístico. El violonchelista Gautier Capuçon interpreta el Concierto para violonchelo n.º 1 de Saint‑Saëns, obra clave en el repertorio francés compuesta en 1872.

Capuçon, acompañado por Lionel Bringuier y la Orquesta Filarmónica Real de Lieja, completa este concierto en Live Session el 4 de octubre con El aprendiz de brujo de Paul Dukas, popularizado por Disney en Fantasía; la Sinfonía n.º 3 de Albert Roussel, una obra que mezcla claridad y cierto impulso moderno; y La valse de Maurice Ravel, que estrenada en diciembre de 1920 evoca el vals vienés al borde de la decadencia.

Inédito también es el programa de la Filarmónica Checa, bajo las órdenes de Jakub Hrůša, que muestra por qué esta orquesta es considerada una de las grandes custodias de la tradición musical centroeuropea. El programa comienza con la Marcha para el Festival de Shakespeare de Bedřich Smetana, a la que le sigue el Concierto para violín de Ludwig van Beethoven,y una selección de Romeo y Julieta de Serguéi Prokófiev.

Esta semana, la violinista Vilde Frang interpreta el domingo 5 de octubre el Concierto para violín n.º 1 de Béla Bartók, compuesto en 1907 y dedicado a la joven violinista Stefi Geyer. Tras el rechazo personal y artístico de la violinista, Bartók decidió no publicarlo en vida. La obra, en dos movimientos, refleja contrastes entre lirismo contemplativo y vigor folclórico.

Midori (c) Timothy Greenfield Sanders

El recorrido continúa el mencionado domingo con Midori Gotō, que interpreta el Concierto para violín de Antonín Dvořák, compuesto en 1879 y dedicado a Joseph Joachim, a quien ya hemos mencionado anteriormente como figura decisiva en el repertorio violinístico romántico. El programa también incluye Earworms de Vivian Fung, y la Sinfonía gaélica de Amy Beach, compuesta en 1896, una de las primeras sinfonías escritas por una mujer en Estados Unidos, inspirada en melodías tradicionales irlandesas.

Chaikovski, que firma uno de los conciertos más emotivos del repertorio, encuentra otra dimensión en su ópera Eugene Oneguin, basada en el poema de Alexander Pushkin y estrenada en 1879. Mezzo emite el sábado 4 una producción de la Ópera de La Monnaie de Bruselas, con puesta en escena de Laurent Pelly y dirección musical de Alain Altinoglu.