Crítica: Se adelantaron los Reyes Magos con Nadine Sierra y Xabier Anduaga
Se adelantaron los Reyes Magos

Xabier Anduaga & Nadine Sierra
A todos cuantos estuvimos en el bilbaíno Palacio Euskalduna, a las siete de la tarde del pasado día 13, las voces de Nadine Sierra y de Xabier Anduaga nos obsequiaron con una felicísima noche buena, adelantándose, de tal modo, a la cristiana Nochebuena del presente diciembre y a la mágica Epifanía del inminente enero.
No recuerdo haber asistido, desde hace 77 años cuando escuché a Victoria de los Ángeles y a Mario del Mónaco, cantando La Bohéme en el ovetense Teatro Campoamor, allá en el mes de septiembre de 1948, a un concierto lírico en el que la intensidad sonora de aplausos, bravos y silbidos congratulantes (ahora está de moda) haya alcanzado la contundencia que hubo en la gala que en estas líneas se valora.
Hacía tres semana que, como se dice en el argot de la tauromaquia, ‘estaba todo el papel vendido’ de los 2.164 asientos del citado auditorio sinfónico. El evento musical programado por ABAO Bilbao Ópera concitó el máximo interés por parte del mundo melómano, con tifoseria (hinchada) proveniente de muchas partes de España, de la cercana Francia e, incluso, desde el Imperio del Sol Naciente. Hubo oferta de recompra, cercana a los 500 euros, por una entrada, pero no se perfeccionó la venta.
Nadine Sierra, Xabier Anduaga y Marc Leroy-Calatayud (tripleta de pletórica juventud) concertaron una mochila que encandiló al respetable, cangada con música de Verdi, Leoncavallo, Gounod, Donizetti, Puccini, Giménez, Usandizaga, Sorozábal, Leiner/Loewe, Velázquez Torres, Grever y Lara. Cuando terminó de abrirse cada paquete sonoro las palmas se calentaron en alto grado y muchas gargantas dejaron salir su potente agradecimiento.
A sus 38 años, Nadine Sierra, tiene dos facultades que, por si, la encumbran en los ochomiles femeninos de la lírica, cuales son una voz privilegiada y una corporeidad de actriz totalmente ejemplar. La amplitud, homogeneidad, profundidad y limpieza en la dicción y dramatización expositiva en cada nota que emite, fueron las contantes que hicieron virtud en este concierto. Fue una gozada verla y escucharla. Si todo su trabajo ha de calificarse como sobresaliente, se doctoró cum laude cantando Ah! Je veux vivre de la ópera ‘Romeo et Juliette’, de Charles Gounod y Me llaman la primorosa de la zarzuela ‘El barbero de Sevilla’ de Gerónimo Giménez. ¡Uffff!
¿Qué será del donostiarra Xabier Anduaga cuando alcance los 40 años, si a los 30 ya está en las cumbres de la puritita verdad canora? Poco a poco va cubriendo terrenos que para otros son complejos y él los resuelve con sencillez. En la expresividad escénica ha dado pasos de gigante. Su peso en el registro grave va adquiriendo una solidez impropia para su edad. Las notas de paso son atacadas con seguridad, mostrando, de tal modo, una técnica muy apropiada para su tesitura de tenor netamente lírico. Está en un momento donde hace brotar las lágrimas, por emoción, cuando canta Ah, mes amis de la ópera donizettiana ‘La fille du régiment’, o cuando derrocha pasión con su paisano Pablo Sorozábal, interpretando la romanza de Leandro No puede ser de la zarzuela ‘La tabernera del puerto’.
Hubo dos dúos memorables en los que quedó patente la perfecta sincronización de ambos cantales, mostrando ternura expresiva en el Parigi o cara de ‘La traviata’; dejando ver, por otra parte, los destellos de amor apasionado, cuando cantaron O soave fanciulla de ‘La bohème’. Y volvieron a echar chispar las palmas y las gargantas.
Y todo esto se sirvió gracias a la batuta del director suizo Marc Leroy-Calatayud, que llevó con elegancia, seguridad y eficaz concertación a las voces y a una bien templada Orquesta Sinfónica de Navarra, heredera de la ‘Sociedad de conciertos Santa Cecilia’, creada en 1879 por Pablo Sarasate. Precioso, intimista y rotundo el Intermezzo de la ópera ‘I pagliacci’ de Ruggero Leoncavallo.
Dado que nos encontramos en esta entrañable época de la Natividad, uno se quedó con el regusto ausente de no haber oído el precioso villancico Ator, ator de Jesús Guridi.
“Quiero que sepas, Sancho, que todos los más caballeros andantes de la edad pasada eran grandes trovadores y grandes músicos, ya que estas dos habilidades, o gracias, por mejor decir, son anejas a los enamorados andantes”. Miguel de Cervantes.
¡¡Felices fiestas navideñas para la gran Familia Beckmessérica!! Manuel Cabrera

























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