Un violonchelo tenor, una cuerda “guerrera” y ojos románicos, en FeMAP

Obras de F. Alborea, A. Vandini, A. Scarlatti, D. Scarlatti, L. Boccherini y P. de Marzis. The New Old: Amat Santacana, violonchelo tenor; Blai Bosser, violonchelo; Javier Fierro, contrabajo; Jeremy Nastasi, guitarra barroca y tiorba; David Palanca, clave y dirección artística. Festival Internacional de Música Antigua de los Pirineos, FeMAP. Taüll (Vall de Boí), Iglesia de Santa María, 28 de julio de 2025.

Imagen del concierto de The New Old en Tüll, en el marco de FeMAP

Taüll es considerado como uno de los enclaves más destacados del románico pirenaico. Tal es su importancia histórico-artística, que hace ya varios años, la UNESCO reconoció este lugar y otros espacios de la zona con el distintivo de Patrimonio Mundial. En la mencionada localidad perteneciente a la Vall de Boí, se encuentran dos templos que figuran en los peldaños más altos del arte medieval: las iglesias de Sant Climent y Santa Maria. FeMAP (Festival de Música Antigua de los Pirineos) ha recalado en el segundo de los edificios, situado en pleno centro del pueblo.

El festival, que cuenta con un público fiel, llenó el templo, en esta ocasión para escuchar a la agrupación The New Old, dirigida por el clavecinista David Palanca. El repertorio, formado por obras de grandes autores para cuerda de los siglos XVII y XVIII, contaba como instrumento descatado el violonchelo tenor, llamado en el periodo de Boccherini como “violín chico”. El programa estuvo formado por partituras que autores entre los que se encuentran, además del mencionado italiano, Domenico y Alessandro Scarlatti, Fracesco Alborea “Francischelo”, Antonio Vgandini, o Pasqualino de Marzis, todos ellos referentes del repertorio camerístico.

Ante los ojos románicos de las réplicas de las pinturas de la Virgen María (los originales se encuentran en el Museu Nacional d’Art de Catalunya), los músicos desarrollaron un programa que contaba como protagonista principal el mencionado violonchelo tenor en manos de Antonio Santacana. El músico, especializado en este instrumento, mostró sus habilidades virtuosísticas, si bien en numerosas ocasiones tuvo que hacer frente a diferentes desafines que enturbiaron su ejecución. Sin embargo, este fue de más a menos según se desarrollaba la actuación.

Palanca, que además de estar al clavicémbalo fue encargado de la dirección musical de la agrupación, tuvo que enfrentarse a una ruptura de una cuerda del instrumento, si bien este accidente no enturbió su interpretación a solo de un preludio y sonata de Domenico Scarlatti y una partita de Alessandro Scarlatti. En esta última, se echó en falta una continuidad mayor en su discurso musical, si bien sus habilidades al frente del instrumento no impidieron ofrecer una ejecución más que sobresaliente.

Los demás instrumentistas, fueron el perfecto acompañamiento del solista. Mención a parte merece el tiorbista Jeremy Nastasi, el cual destacó en numerosas ocasiones como soporte a los pasajes en los que el violonchelo y el violonchelo tenor fueron a dúo.

El concierto, que fue de menos a más conforme se desarrollaba el programa, contó con un público que respetó en todo momento los contratiempos, acompañando a los instrumentistas. Sin duda, este es uno de los elementos más destacables de FeMAP: su audiencia respetable e interesada por seguir la estela de músicos de primer nivel que abordan un repertorio que, en ocasiones, puede llegar a ser considerado erróneamente como árido. Y es que, la música antigua, en realidad, mueve montañas. O, mejor dicho, se mueve por montañas.

Javier González