Fallece la cantante Béatrice Uria-Monzón

La mezzosoprano de Agen, cantante lírica en los más grandes escenarios de ópera internacionales, falleció el sábado 19 de julio en su casa de Lot-et-Garonne, a la edad de 61 años a causa de un cáncer.

Para rendirle homenaje, France Télévisions anunció que se le dedicará una velada especial el martes en France 4.

« Inolvidable». El adjetivo surge una y otra vez entre quienes conocieron, vieron o escucharon a Béatrice Uria-Monzón. La cantante de ópera falleció este sábado 19 de julio, rodeada de sus seres queridos, en la casa familiar de Lusignan-Grand, adquirida por su padre, el pintor español Antonio Uria-Monzón, el mismo año de su nacimiento, en 1963. «Inolvidable», también en el papel de «Carmen», interpretada casi 400 veces, es sin duda la personificación de su generación, tanto que el lado sereno y sombrío de su interpretación del personaje de Bizet dejará una huella imborrable.

Beatrice Uria-Monzon

“Era una artista inmensa, una Carmen inmensa”, declaró a la AFP Thérèse Cédelle, su agente durante casi 40 años, describiéndola como una cantante de “gran clase”, “muy franca, muy sincera y muy querida”. “Fue una verdadera estrella sobre el escenario”, añadió el agente, elogiando la “gran carrera internacional” de una “artista de pies a cabeza”.

“¡Qué triste perder a una amiga y una cantante maravillosa!”, publicó la exministra de Cultura Roselyne Bachelot en Instagram. “Adiós, mi Béa”, reaccionó el tenor italiano Roberto Alagna, quien interpretó a Carmen junto a ella, en Facebook.

Una carrera internacional en los más grandes escenarios de ópera, impulsada por un encuentro decisivo.

Revelada en 1993 durante su revolucionaria interpretación de “Carmen” de Georges Bizet en la Ópera de París , la mezzosoprano ha repetido este papel en numerosas ocasiones en las salas más grandes del mundo, desde Nueva York a Moscú.

En cuanto al repertorio de soprano, Béatrice Uria-Monzon ha interpretado notablemente “Tosca” y Lady MacBeth. En 2017, interpretó a la Condesa de Sérizy en “Trompe la Mort” de Luca Francesconi en la Ópera de París, luego a “Adriana Lecouvreur” en Saint-Étienne, a Margherita y Elena en “Mefistófele” en las Chorégies d’Orange, a “La Gioconda” en el Théâtre Royal de Monnaie y a Madeleine de Coigny en “Andrea Chénier”.

Descanse en paz.