La Fenice despide 2025 y da la bienvenida al nuevo año con una gala lírica que recorre algunos de los momentos más emblemáticos de la ópera italiana. Bajo la dirección de Michele Mariotti, y con Alfonso Caiani al frente del coro, el concierto reúne a dos relevantes voces del panorama internacional, la soprano Rosa Feola y el tenor Jonathan Tetelman.

JEl tenor Jonathan Tetelman seră uno de los protagonistas de la velada

La Fenice presenta un año más su tradicional Concierto de Año Nuevo, punto de encuentro de los amantes de la ópera italiana. Bajo la dirección de Michele Mariotti, esta cita, que tendrá lugar a partir de hoy 29 de diciembre, y hasta este miércoles en el mencionado teatro veneciano, contará en escena con dos de las voces más reclamadas del panorama internacional como Rosa Feola y Jonathan Tetelman.

El concierto propone un amplio recorrido que se inicia con las oberturas y sinfonías de dos pilares del belcanto como son Gioachino Rossini y Vincenzo Bellini, con las páginas iniciales de Semiramide y Norma. A estas se suman páginas menos frecuentadas pero de gran intensidad evocadora, como el intermezzo “Il sogno di Ratcliff” de Guglielmo Ratcliff de Pietro Mascagni y la vibrante “La tregenda” de Le Villi de Giacomo Puccini.

El programa avanza alternando momentos sinfónicos y vocales, con oberturas tan populares como las de Don Pasquale de Donizetti e I vespri siciliani de Verdi, junto a momentos de gran lirismo como la barcarola de Silvano de Mascagni. En el apartado solista, Feola y Tetelman dan vida a arias y dúos que figuran entre los más queridos del repertorio, como “Cielo e mar” de La Gioconda, “Sombre forêt” de Guillaume Tell, el célebre dúo “O soave fanciulla” de La bohème o el popular “Nessun dorma” de Turandot.

El protagonismo del coro se manifiesta en páginas de enorme fuerza simbólica y emocional, como el delicado coro a bocca chiusa de Madama Butterfly y el inmortal “Va, pensiero” de Nabucco, verdadero himno operístico. Como colofón festivo, la velada culminará con el brindis “Libiamo ne’ lieti calici” de La traviata.