Obituario: Muere Gonzalo Augusto, agente apasionado y melómano
Muere Gonzalo Augusto, agente apasionado y melómano
Apasionado de la música y de sus protagonistas, y protagonista él mismo de la vida musical española de las últimas décadas, Gonzalo Augusto era una de esos agentes de artistas de toda la vida, que gustaban seguir, intervenir y desarrollar la carrera de sus patrocinados, a la manera que lo hacían los agentes de antaño, con precedentes tan grandiosos en España como Quesada, Felicitas Keller o el gran Alfonso Aijón, felizmente hoy aún entre nosotros.
Gonzalo Augusto con Zubin Mehta
Gonzalo Augusto, que contaba setenta años y llevaba años fastidiado de salud, murió el domingo mientras paseaba tranquilamente. Un tropiezo, un maldito mal paso, que le llevó al suelo, ha terminado con su vida rica y fecunda. Su cabeza, tan cargada de recuerdos, músicas y vivencias, sufrió un mortal golpe.
Gonzalo, que había estudiado violín en el Trinity College of Music de Londres, defendía a sus artistas -que eran muchos y diversos- con tesón y pasión melómana. Cuando los ofertaba, hablaba a su interlocutor más como melómano que como vendedor de producto. De hecho, su pasión melómana y afectiva se imponía sobre razones mercantiles o de conveniencia. Desde su agencia Gonzalo Augusto Management, que fundó en Londres, en 1979, promocionó infinidad de solistas, grupos de cámara y conjuntos barrocos ingleses y de otras latitudes, a los que abrió terreno y protagonismo en España. Entre sus representados, figuran artistas y conjuntos de todo rango. Desde su propia esposa, la mezzosoprano Zandra McMaster, a su estrecho amigo Antón García Abril, o el director Ramón Tebar, al que, como agente de raza, defendió con uñas y dientes durante su tiempo en la Orquestra de València. También representó en España a figuras legendarias, como el violonchelista János Starker, Bella Davidovich y su hijo Dmitri Sitkovetski. En la página web de la agencia aparecen, entre otros, los pianistas Marc-André Hamelin, Serguei Babayan, Boris Giltburg o Jean-Yves Thibaudet, la clarinetista Sabine Meyer o los violinistas Joshua Bell, Hilary Hahn y Borís Belkin. Entre los españoles, Joaquín Achúcarro y Ramón Tebar.
En los últimos años, cuando los problemas de movilidad se acrecentaron, delegó paulatinamente su personalizado protagonismo en la gestión de Gonzalo Augusto Management en su hijo Alexander, quien ahora deberá coger plenamente el timón de una agencia que ha sido -y es- esencial en la vida musical española de las últimas décadas. Seguir “mirando con ilusión hacia el futuro”, como proclama la agencia. Con la muerte inesperada de Gonzalo Augusto, la gestión musical española pierde a uno de sus más entusiastas, activos y doctos promotores.


























Cuando conocí a Gonzalo Augusto era un apuesto joven rubio de piernas largas y pantalones estrechos. Nos trajo al curso de música barroca de San Lorenzo de El Escorial, hacia 1975, a un flautista inglés. Después del concierto, y ya vueltos a la Universidad de María Cristina, escuchamos una discusión enorme, en inglés, en la secretaría de al lado y salió Gonzalo dando un portazo y se fue. Nunca supimos qué había pasado. El flautista se fue al días siguiente temprano… Y esa fue la primera vez que vi a Gonzalo Augusto. Después nos tratamos intermitentemente con cordialidad. Descansa en paz