El director general de la Metropolitan Opera de Nueva York, Peter Gelb, critica duramente la participación de Valery Gergiev en un concierto en Caserta, calificándolo de “corrupción moral” y una amenaza simbólica para Europa. Para el gestor, el director ruso es una herramienta propagandística de Putin, llegando a considerar esta actuación como una legitimación del régimen en el contexto de la guerra de Ucrania.

Peter Gelb

El próximo 27 de julio, el director de orquesta ruso Valery Gergiev tiene previsto actuar con la Orquesta del Teatro Mariinsky en la Reggia di Caserta, en Italia. La noticia ha generado fuertes reacciones en el ámbito político y cultural europeo, y uno de los más duros ha sido Peter Gelb, director general del Metropolitan Opera de Nueva York, quien ha denunciado públicamente esta participación en una entrevista reciente con el diario Die Welt.

Gelb, que rompió su relación profesional con el músico ruso en 2020, ha sido contundente en esta entrevista con el mencionado medio alemán: “Me sorprende bastante, especialmente porque la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, ha mostrado un apoyo firme a Ucrania. Esto envía una señal fatal, porque Gergiev es una herramienta de Putin. No hay ninguna duda de eso.”

Según el director neoyorquino, el hecho de que se intente presentar esta actuación como un simple “intercambio cultural”, incluso con posible financiación indirecta procedente de fondos europeos, es un error grave. “Eso es propaganda cultural en nombre de Putin. Y debe detenerse. El Parlamento Europeo parece tener una opinión similar, según hemos oído.”

El presidente ruso Vladimir Putin junto al director Valery Gergiev

En la misma línea, Pina Picierno, vicepresidenta del Parlamento Europeo, ya había calificado el concierto como “inadmisible”, instando a las autoridades italianas a cancelar la participación del maestro ruso por representar una amenaza simbólica frente a los valores democráticos europeos.

Gelb va más allá y califica la decisión de invitar a Gergiev como una muestra de “corrupción moral, debilidad y posiblemente ingenuidad”. Además, lanza una advertencia directa: “Es, en la práctica, el Ministro de Cultura de Putin. Permitirle actuar en suelo europeo en el contexto actual es legitimar su papel como embajador cultural del régimen.”

Peter Gelb también explicó que su distanciamiento con el director comenzó antes incluso de la invasión de Ucrania. “Dejé de trabajar con él en 2020. Su vida política lo había absorbido tanto que su dirección se volvió cada vez más débil y poco fiable.” Sin embargo, el director del Met no escatimó elogios sobre el talento del músico: “Lo considero un talento increíble, uno de los mayores directores de orquesta del mundo.”

El concierto previsto para el 27 de julio, en el marco del festival Un’Estate da RE, sigue adelante pese a la creciente presión. Se espera que el director ruso dirija un concierto sinfónico junto a solistas del Teatro Mariinsky y la Orquesta Filarmónica Giuseppe Verdi de Salerno. Las críticas no provienen únicamente del mundo de la música. Numerosos políticos italianos y europeos han expresado su indignación por permitir que un representante cultural del Kremlin regrese a Europa Occidental en plena guerra en Ucrania.