Diez joyas musicales para disfrutar en Navidad
Diez joyas para disfrutar en Navidad
Desde Beckmesser.com proponemos diez destacadas obras musicales propias de la Navidad, para disfrutar en estos días tan especiales.

La Navidad es época propicia para disfrutar de obras como “El Mesías” de Hándel
Las canciones y la música que las sustentan, que nacen con el pueblo, crecen desde el pueblo y se engrandecen por el pueblo, conocidas en suelo patrio como villancicos, con orígenes -según sesudos musicólogos historicistas- en el siglo XVI exaltando la Natividad de Hijo de Dios, Jesús, constituyen una parte muy importante (no la única) que magnifica dicha efeméride al inicio del solsticio de invierno. Igualmente importante es la música, a veces no tan conocida y sin embargo de innegable relieve, que fue escrita por grandes compositores.
Por ello es justo, humildemente rogado, que en esta época del año tenga a bien Herr Beckmesser acoger este ramillete de las diez joyas musicales que de seguido se explicitan, sin que su ordenación numérica suponga un grado de mayor o menor grandeza y sin que figuren otras composiciones de innegable relieve en el ambiente navideño.
I.- En el año 1850 el francés Hector Berlioz (1803-1869) compone una obra para órgano llamada L’adieu des Bergers (la despedida de los pastores) que él mismo se la atribuye a un imaginario compositor del siglo XVII, llamado Ducré, que en realidad estaba dedicada a su amigo Josept-Louis Duc. De esta composición, merced a dicha ideada autoría, dijo, al parecer una egregia dama de la alta burguesía parisina: Berlioz nunca sería capaz de escribir una melodía tan sencilla y encantadora como esta pequeña pieza del viejo Ducré.
II.- Al londinense Samuel Coleridge-Taylor (1875-1912) se le ha considerado como un fiel discípulo del romanticismo británico de Edward William Elgar, escribió en 1910 la composición Christmas Ouverture Op. 74 para un poema de Alfred Noyes titulado The Forest of Wild Thyme (El bosque de los tomillos silvestres). Concebida como una composición de música incidental, en realidad se está ante una composición cuajada en armonía y melodía de ejemplar urdimbre.
III.- En el año 1853 William Henry Fry (1813-1864) compone en su Filadelfia natal Santa Claus, Christmas Synphony. Se trata de una obra de casi media hora de duración con pura temática navideña, que, por desgracia, no es muy conocida y no ha gozado de la estima que bien merece, aunque en las dos últimas decenas del presente siglo ha tenido la dicha de engrosar los repertorios de importantes orquesta norteamericanas. De ella dijo Leonard Bernstein: Me ha dado grandes momentos de felicidad que en gotas de purísima agua he depositado en mi opereta ‘Candide’.
IV.- Resulta, en cierta medida chocante, que el compositor austriaco, amén de pintor, Arnold Schönberg (1874-1951) buscase que cada sonido, así como cada intervalo entre sonidos, tuviese su propio valor con independencia de su valor tonal, y sin embargo -tomando como base los villancicos Es iste in Ros entsprungen (Una rosa ha brotado) y Stille Nacht (Noche de Paz) compusiera la delicia que es Weihnachmusik (Música para una noche de Navidad).
V.- Siendo organista en la Iglesia de la Madeleine, Camile Saint-Saëns (1835-1921) compuso la cantata Oratorio de Noël (Oratorio de Navidad), escrita en diez movimientos, inicialmente para órgano, cuerdas y arpa. Se estrenó en la Navidad de 1858. Fue su colega el compositor y organista Eugène Gigout quien, posteriormente, elaboró la parte vocal para solistas (soprano, alto, tenor, barítono) y coro.
VI.- Los historiadores de la Música siguen sin ponerse de acuerdo sobre quien es el autor del villancico Adeste Fideles, dala la diversidad de opiniones sobre ello. La diatriba se encuentra entre el rey Juan IV de Portugal (1640-1656), John Reading (1645-1692), John Francis Wade (1711-1786), o anónimos monjes del Císter en la abadía de Molesmes (Francia), a finales del siglo XVI. Los cierto que este himno cristiano de interpreta, desde finales del siglo XVII para celebrar la Natividad del Señor, en Francia, España, Portugal e Inglaterra.
VII.- Una de las canciones navideñas que más emoción concita y que ha sido interpretada por grandes voces de la lírica a partir de su creación por Franz Schubert (1797-1828) es la preciosidad de Schlafe, schlafe, titular süber Knabe, D489, Op 98, nº 2, compuesta en noviembre de 1816, también conocida como Mille Cherubini in coro (en honor a un arreglo en italiano y para orquesta de Alois Melichar).
VIII.- Al siglo XVI se remonta, concretamente entre 1550 y 1580, el origen de la canción O tannenbaum (El abeto) escrita por Joachim August Zarnack (1777-1827), que se concierte en villancico cuando en 1824 Ernest Anschütz (1780-1816) añade a la primera estrofa el segundo y tercer versos, haciendo expresa referencia al árbol, creándose entonces la costumbre de utilizar abetos como árboles de Navidad. Es la canción navideña por excelencia en Alemania, con especial raigambre tradicional en Westfalia y Silesia.
IX.- El gran compositor del barroco tardío italiano Arcangelo Corelli (1653-1713) escribe en el Concerto grosso en sol menor, Op. 6, nº 8, comúnmente conocido como Concierto de Navidad dado que en la parte superior de la primera hoja esta la inscripción de Fatto per la notte di Natale. Estamos ante una obra conceptuada como un concerto di Chiesa, estructurado en cuatro movimientos.
X.- Los biógrafos de Georg Friedrich Haendel (1685-1759) señalan que el oratorio El Mesías, HWV 56 fue compuesto en 1741 en sólo tres semanas, señalando, alguno de ellos, que para tal afán se encerró en una habitación, sin contacto humano alguno, dejándosele en la puerta la correspondiente alimentación. A los pocos días de acabar la composición, cuando fue interpretada por primera vez para él llegó a decir que había algunos pasajes que no reconocía haber salido de su propia mano. Es la obra más interpretada en época navideña.

























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