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Por Publicado el: 09/06/2004Categorías: En la prensa

Castro y Rufino no seguirán al frente del Teatro Maestranza y la Sinfónica

Diario de Sevilla (9/6/2004)
Castro y Rufino no seguirán al frente del Teatro Maestranza y la Sinfónica
El alcalde confía todo el poder de la gestión cultural a Marset tras pactar en Junta y PSOE que el Ayuntamiento pueda capitalizar la vida cultural
REDACCIÓN

Una operación política diseñada desde la alcaldía hace varios meses va saliendo paulatinamente a la superficie. El nombramiento de Juan Carlos Marset como delegado de Cultura, en sustitución de Rodríguez Galindo; la intención de acelerar la fusión del Teatro Maestranza y la Sinfónica, seguida del anuncio de crear una fundación que englobe a todos los festivales, son cuentas del mismo rosario que ayer se manifestó en el consejo de administración de la orquesta, en el que se decidió resolver el contrato de Luis Miguel Rufino, que el 30 de junio dejará de ser su gerente.

También el 30 de junio será la fecha en la que se despida José Luis Castro de la dirección del Teatro Maestranza. Su contrato concluye ese día y, según fuentes consultadas por Diario de Sevilla, el Ayuntamiento tiene decidido, y pactado con otras instituciones, que no continúe al frente del principal espacio escénico andaluz, para dar vía libre a la creación de un supraorganismo municipal que tenga el control de todo lo relacionado con las instituciones culturales y con la oferta cultural en Sevilla. La próxima fusión de la gestión del Maestranza y la Sinfónica es el símbolo más visible de ese proyecto político, pero no será su único ámbito.

Monteseirín ya intentó ejecutar esta idea tras las elecciones municipales que le permitieron revalidarse como alcalde, y planteó que Manuel Copete entrara en el organigrama del Maestranza como director general y Marset como consejero. Sin embargo, sufrió un revés en una reunión del consorcio del teatro, dado que se opuso la entonces consejera de Cultura, Carmen Calvo (quien estuvo en la reunión en su nombre fue Elena Angulo, por entonces directora general de Fomento Cultural). Calvo consideraba desde la Junta que el teatro ya tenía un director (Castro) y no era necesario ni crear el cargo político ni nombrar a Copete. Y también descartó la necesidad de que Castro tuviera un consejo asesor, pues para elevar el nivel artístico de la programación, sobre todo de las óperas, estaba contratado el italiano Luigi Ferrari.

Pasaron los meses, Copete fue premiado con la dirección de la Bienal de Flamenco, y el vuelco electoral en las generales del 14-M cambia la relación de fuerzas. Marset había formado parte del comité de asesores de Zapatero para su programa electoral. Monteseirín tiene como socio de gobierno a IU, lo que le resulta más cómodo, y el PA ni tiene poder en el Ayuntamiento ni en la Junta. El alcalde reclama apoyos dentro de su partido para que, en materia cultural, los gobiernos nacional y andaluz permitan que él y su equipo capitalicen la gestión cultural en Sevilla, una de las claves de su Plan Estratégico.

Cuando se ponen en marcha esos mecanismos de tomas de decisión, se inicia la cuenta atrás para que tanto Rufino como Castro tengan menos opciones de continuar en sus puestos. Rufino tenía como handicap el enfrentamiento con el director de orquesta Alain Lombard, tras la escandalosa espantá de éste, lo que dio lugar a maniobras de la Junta para destituirle antes de que cumpliera la fecha del período de prueba de su contrato. Así se querían congraciar con el músico a fin de que se pactara con él una salida que no fuera gravosa económicamente a Junta y Ayuntamiento.

Por su parte, José Luis Castro, que llegó a la dirección del Maestranza hace diez años, en junio de 1994, en un pacto de las instituciones políticas tras valorar su gestión para reabrir en 1987 el Teatro Lope de Vega y poner en marcha el Teatro Alameda, había sido elogiado públicamente en reiteradas gestiones por las principales autoridades de las citadas instituciones

Curiosamente, Carmen Calvo, ahora como ministra, tiene en su mano seguir influyendo en el teatro a través del consorcio, que en su reunión de la próxima semana tendrá que tratar sobre el nuevo rumbo que se le quiere dar a su gestión. En anteriores reuniones no se había tratado si renovar o no el contrato a Castro.

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