Carlos Álvarez acude al rescate de otra ópera española
Carlos Álvarez acude al rescate de otra ópera española
El barítono Carlos Álvarez se está convirtiendo en el más entusiasta descubridor de joyas ocultas del repertorio lírico español, correspondientes al período romántico. A su particular interés se debió ya el rescate de El gitano por amor, la ópera del sevillano Manuel García que él mismo se ocupó de llevar al Teatro Cervantes de Málaga, y que ahora ofrecerá, también, el Teatro de la Zarzuela durante la presente temporada. Pero hay más.

El barítono Carlos Álvarez
Animado en su labor de rescate, Álvarez ha puesto sus ojos, esta vez, en otra ópera prácticamente desconocida del XIX, Inés e Bianca, del compositor gallego Marcial del Adalid, uno de los grandes autores de obras pianísticas de su época. De este título, que nunca llegó a representarse, solo se han ofrecido algunas interpretaciones parciales, muy modestas, en los últimos tiempos
La nueva edición crítica que de la ópera realizaron los compositores Juan Durán y Margarita Soto Viso permite apreciar una obra ambiciosa, con números solistas de gran atractivo a cargo de personajes bien definidos e importante presencia coral.
Carlos Álvarez ha tomado buena nota de todo ello y se dispone a propiciar el próximo estreno de Inés e Bianca, uno de cuyos principales papeles está destinado a un barítono.
El método que Álvarez pretende seguir para este rescate será el mismo que ya se observó en El gitano por amor: en primer lugar, la obra se estudiará a fondo durante el Ópera Estudio que el barítono desarrolla en Málaga, con jóvenes cantantes seleccionados por él mismo. Y después, una vez rodado, se ofrecería como parte de la programación lírica del Teatro Cervantes de la misma ciudad, en una nueva producción a cargo de algún director de escena relevante.
Además, se espera que otros teatros puedan interesarse por coproducir una pieza que podría tener un gran recorrido, ya que Marcial del Adalid fue un autor muy interesante, cuyas obras se dieron a conocer en varias ciudades europeas. De hecho, el frustrado primer estreno de “Inés e Bianca” estuvo previsto y anunciado en París.
Ahora que los títulos nobiliarios, en España, han vuelto a recaer en artistas, esta vez del pop, ¿para cuándo un real marquesado para Carlos Álvarez, tantas veces “Grande de España”, en óperas como Don Carlo, durante prestigiosa su carrera lírica?


























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