Cancelan a Elisabeth Leonskaja en Países Bajos por motivos políticos
La pianista georgiana Elisabeth Leonskaja tenía previsto ofrecer un concierto el próximo cuatro de diciembre en el Muziekgebouw, el auditorio principal de Eindhoven, en los Países Bajos. Ya no podrá ser, salvo milagro. Las autoridades de ese país han decidido cancelar la actuación de la legendaria intérprete por estrictas razones políticas.

La pianista georgiana ya no podrá actuar en Países Bajos
El clima enrarecido, turbulento que se vive estos días en el mundo musical a causa de los últimos conflictos bélicos acaba de cobrarse una nueva, inesperada víctima. En Eindovhen, las autoridades responsables del Muziekgebouw acaban de suspender el recital que la pianista Elisabeth Leonskaja, bien conocida en España por sus frecuentes, alabadas actuaciones tenía previsto ofrecer allí el próximo cuatro de diciembre.
La razón esgrimida esta vez es que se han seguido las normas de la Asociación de Directores de Teatros y Salas de Conciertos, que establecen que los artistas rusos y bielorrusos son bienvenidos siempre que no hayan expresado activamente su apoyo a la invasión de Ucrania.
Leonskaja, que cumple 80 años la semana próxima, reside en Viena desde 1978. Que se sepa, hasta el momento, no ha realizado ninguna declaración política sobre Ucrania. ¿Cuál ha sido, entonces, su pecado? Presentarse en recitales en la ciudad de Moscú, donde las autoridades reservan un cierto número de entradas gratuitas para que las disfruten los soldados rusos.
El Muziekgebouw ha calificado califica la decisión de «difícil», pero al mismo tiempo afirma que «las circunstancias no nos dejan otra opción».
Mientras estudiaba en el Conservatorio de Moscú, la georgiana Elisabeth Leonskaja ganó premios en importantes concursos internacionales de piano, como el Premio Enescu, el Concurso Marguerite Long-Jacques Thibaud y el Premio Reina Elisabeth de Bélgica. Su desarrollo musical estuvo influenciado de manera decisiva por su colaboración y amistad con Sviatoslav Richter.
Leonskaja dejó la Unión Soviética en 1978 y estableció su residencia en Viena. Desde entonces, ha actuado como solista con las mejores orquestas del mundo y ha trabajado con muchos directores renombrados.
Es una invitada habitual en numerosos festivales internacionales, como los de Viena, Schleswig-Holstein, Schwarzenberg y Hohenems. Su nombre también figura entre los recitalistas internacionales en las series de piano más destacadas de los principales centros musicales del mundo. Además de sus numerosos compromisos como solista, la música de cámara sigue siendo una parte importante de su trabajo.
En su segunda patria, Austria, es miembro honorario del Konzerthaus de Viena. En 2006, fue galardonada con la Cruz de Honor de Austria para la Ciencia y el Arte, Primera Clase, por su destacado servicio a la cultura del país. Es el premio más relevante en Austria. En Georgia fue nombrada Sacerdotisa del Arte en 2016, el mayor honor artístico de ese país. En 2020 recibió el Premio a la Trayectoria del International Classical Music (ICMA).


























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