Plan de suscripciones

Suscribirse a la Newsletter de Beckmesser

¡No te pierdas ninguna noticia!

¡No enviamos spam! Lee nuestra política de privacidad para más información.

Busca las entradas de cada mes

Últimos tuits de Beckmesser

Post
Crítica: De la Parra, "Novena" en El Escorial, debut sinfónico con esperanza
Por Publicado el: 30/12/2025Categorías: En vivo

Crítica: Del buen asentamiento vocal. Juan Jesús Rodríguez en el Teatro de la Zarzuela

DEL BUEN ASENTAMIENTO VOCAL

Obras de Soutullo y Vert, Guerrero, Giménez, Vives y Chapí. Juan Jesús Rodríguez, Graciela Moncloa. Orquesta de la Comunidad de Madrid. Director: José Miguel Pérez-Sierra. Madrid, Teatro de la Zarzuela, 28 de diciembre de 2025.

DEL BUEN ASENTAMIENTO VOCALObras de Soutullo y Vert, Guerrero, Giménez, Vives y Chapí. Juan Jesús Rodríguez, Graciela Moncloa. Orquesta de la Comunidad de Madrid. Director: José Miguel Pérez-Sierra. Madrid, Teatro de la Zarzuela, 28 de diciembre de 2025.

Juan Jesús Rodríguez demuestra sus cualidades vocales en la Zarzuela

Este concierto, según anunció al comienzo la directora del Teatro Isamay Benavente, es el primero de los cinco que se van a celebrar a partir de aquí en la misma sede con importantes cantantes españoles, actividad que correrá en paralelo con la grabación de cada sesión. El proyecto no ha podido empezar con mejor pie, ya que el recital de Juan Jesús Rodríguez, acompañado en ocasiones por la soprano Graciela Moncloa, distinguido miembro del Coro del Teatro, ha tenido momentos de calidad indiscutible. Ambos cantantes han puesto de manifiesto unidad y buen entendimiento.

El barítono onubense ha llegado a la madurez de sus 56 años en buen estado de forma. La voz, siempre sólida, homogénea, rotunda, extensa, de tintes baritonales oscuros se mantiene incólume. Tiene pegada y se desenvuelve con la soltura de quien, tras muchos años de brega, ha adquirido ya la técnica y el grado de apoyo idóneo para no tener problemas en ningún punto de la tesitura. Sabe graduar y situar el apoyo en el punto idóneo según las exigencias y dificultades. Aquilata muy bien y, dependiendo de la frase, de la escritura, de la expresión, realiza el pasaje en el Re o en el Mi. En eso es muy sutil.

Quizá no lo sea tanto en la gradación de intensidades, en el fraseo, a veces un tanto monocorde, ajeno a especiales delicadezas, a claroscuros, a medias voces, a falsetes elegantes y fantasiosos. Pero impone y se impone por la calidad del material y la franqueza con la que lo emplea.

Grave bien apoyado sin artificios; centro anchuroso y amplio; agudo desbordante, con metal, con brillo, con squillo, sin que la voz sea de una riqueza tímbrica especial. Pero desborda en virtud de la buena emisión, del campaneo. Esos Fa, Sol, La bemoles agudos nos dejan planchados, la cabeza bien alta, la boca bien dibujada, en apertura variadas. Sabe bien lo que hace siempre y impacta. Incluso cuando a veces la emisión se ve aquejada de un cierto bamboleo.

Y se muestra seguro, sólido, marmóreo, firme como una columna, pastoso, granítico. Como podría mostrarse en su día un Titta Ruffo o un Ettore Bastianini. Salvando distancias, por supuesto. En cualquier caso la franqueza, la honradez del canto le hace ganar muchos enteros. Dejó ya sus credenciales en la Salida de Juan de Los Gavilanes de Guerrero, bien asentada y calibrada dinámicamente, que cerró con imponente La bemol agudo, cabeza bien alta, sonido en expansión.

Ningún problema en la Canción de Pedro de La rosa del azafrán y en el dúo subsiguiente del mismo compositor. Los cantos alegres de los zagales de La del Soto del Parral de Soutullo y Vert fue dicha con rotundidad y verdad. Lo mismo que el dúo de Aurora y Germán de la misma zarzuela.

Los dos cantantes se lucieron sin problemas en el dúo de La revoltosa de Chapí. Al final el barítono se recreó en la romanza de Vidal de Luis Fernanda de Moreno Torroba, que ofreció como regalo. A su lado se exhibió la veterana Graciela Moncloa, perteneciente a una acrisolada familia lírica. En el Coro de la Zarzuela aparece en la cuerda de contraltos, aunque sea más bien soprano, de esmalte penumbroso y atractivo.

Frasea con gusto, expresión, limpieza y conocimiento con un centro sensual y un agudo algo trabajoso pero en su sitio. La octava inferior queda a veces algo desdibujada. Dialogó sin problemas con el barítono en los dúos señalados y mostró especial garbo en el de La Revoltosa.

Ambos cantantes regalaron una popular canción inglesa. En todo momento se vieron bien acompañados y atendidos por la expresiva y racial batuta de Pérez-Sierra, director generoso y rotundo, de singular calor expresivo.

No siempre los planos y los equilibrios tímbricos tuvieron la precisión apetecida -así en el Intermedio de La boda de Luis Alonso de Giménez-, pero la franqueza expositora del maestro quedó siempre en primer plano, especialmente en el Fandango de Doña Francisquita de Vives. Y en todo momento su móvil batuta supo dialogar con las voces, algo que ya sabemos que no es nada fácil. Orquesta flexible y más que cumplidora. Éxito grande.

Arturo Reverter

Deja un comentario

banner-calendario-conciertos

calendario operístico