¡Arriba España! A la vuelta de Alicante
Estamos que lo tiramos. ¿Hay acaso algún país del mundo que nos iguale? Hay compositores que se quejan de la poca difusión que aquí se da a la música contemporánea, pues no es para llorar. miren, en este fin de semana hemos tenido a la vez: estreno del avance de «Lazaro» de Cristóbal Halffter en Burgos, estreno de una nueva ópera de Balada en la Zarzuela, estrenos múltiples en Alicante y, como ellos no podían ser menos, van los de Bilbao y añaden a la habitualmente solitaria «Elektra» de Strauss la compañía de «El castillo de Barba azul». Ver para creer.
Y Juan Carlos Marset, director general del INAEM de momento por seis meses, que no sabe donde sentarse. Estuvo en Burgos en el ensayo de la obra de la que es coautor -¿se atreverá el ministro a permitir que la obra de la que es coautor el director general se programe con dinero público?- al menos dos veces en Alicante, largando un muermo de más de una hora a los críticos que estábamos que no dábamos crédito a nuestros oídos y en el estreno de Balada en Madrid. Eso sí, nos invitó a comer a todo lujo. ¿Se acuerdan de lo que publicó la prensa local sevillana respecto a las comidas del Sr. Marset? Por cierto, ha circulado el rumor del nombramiento de Marisa Manchado como subdirectora de la casa, pero ambos lo han desmentido en Alicante. ¿Hace falta una compositora para mover papeles? Desde luego que no. Lo del Auditorio también está verde, posiblemente Juan Ángel Vela del Campo rechace un ofrecimiento que no lleva a ningún lado.
El caso es que alucinamos los asistentes a la charleta de Marset, con planes para ¡décadas! y con un peculiar sentido coloquial: ¿te acuerdas, Manolo, de cuando estuvimos…? Y con algún asistente asombrándonos aún más por los bravos que dedicaba al ponente. ¡Qué forma de hacer la pelota! Hasta con codazos para sentarse a su lado en el almuerzo. Y lo de crear un ensemble contemporáneo, ¡como si no hubiera ya unos cuantos! Es que conviene que uno se entere antes de lanzarse al ruedo.
El caso es que me pregunto si para ser director general del INAEM es mérito el haber sido libretista de Cristóbal Halffter. Amorós, Marset…
Bueno, ¿y del foro qué? Aparte de ser un ensayo para el que tenía el director general más tarde en Sevilla, sirvió para constatar el curioso enfrentamiento entre compositores e intérpretes. Beckmesser