Esta vez no ha sido suficiente con todo el empuje del departamento de prensa del Teatro Real moviendo en prensa el evento, ni siquiera con las cartas enviadas a los abonados, firmadas por Mortier y el nuevo director general, intentando animarles a que comprasen entradas para este Wagner, muy largo y bastante soporífero para el gran público. ¿Por qué se ha programado? Un día antes del primero de los tres conciertos quedan 750 entradas, de las caras, sin vender.