Carta abierta del director Ricardo Casero: ¡Destítuyanlo! por el bien de nuestra Comunitat, de la Música y de los músicos
Carta abierta del director Ricardo Casero
¡Destítuyanlo! por el bien de nuestra Comunitat, de la Música y de los músicos

El director Ricardo Casero
Hace algún tiempo que debería haber escrito estas frases en forma de carta abierta, pero tenía alguna esperanza en que el sentido común volviera a su reposo. Una vez más, la calumnia se apodera de la cultura de la Comunitat Valenciana sin ninguna impunidad. He de reconocer que es la primera y espero la última vez en que me veo envuelto en semejante vergüenza.
Mi larga carrera como músico ha sido cuanto menos intachable, y esta vez no podía ser menos al aceptar esta etapa como director musical de un proyecto pedagógico pluridisciplinar y completo para un sector, el joven, que, en mi opinión, lo hemos abandonado. Mi contratación en el Institut Valencià de Cultura fue absolutamente correcta y legal. Presenté un proyecto, serio, honesto y profesional, con el fin de aportar mi experiencia a remontar la marca de la Jove Orquestra de la Generalitat Valenciana y hacerla de nuevo un instrumento institucional de la valía que merece esta Comunitat vivero de músicos y músicas.
La indecisión, mala fe y falta confianza del director general del IVC (Álvaro López-Jamar) ha hecho que todo dé al traste sin importar el agravio, la falta de respeto profesional y ética de la que una casa como el IVC debería tener más consideración y responsabilidad a la hora de gestionar sus incompetencias.
Soy valenciano, además de músico respetado, de muy larga trayectoria. He sido miembro fundador y solista de la Orquestra de la Comunitat Valenciana, además de la Orquesta Sinfónica de Madrid. También de la Orquestra Simfònica de Barcelona i Nacional de Catalunya, y director colaborador en el Palau de les Arts. Llevo más de 40 años en los escenarios de todo el mundo como solista, profesor, pedagogo, gestor y, en la actualidad, también director de orquesta. Jamás me había sentido tan engañado y poco respetado como en estos últimos meses de trabajo en el IVC.
Hace pocos días leí en prensa, “¡Váyase, señor López-Jamar”. ¡Destítuyanlo!, añadiría yo. Por el bien de nuestra Comunitat, de la Música y de los músicos.
RICARDO CASERO
Director de orquesta
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