Italia: La cifra de desempleo detrás de las cifras de pérdidas

La industria cultural italiana, tan castigada como la población, intenta calcular la cantidad de pérdidas a la vez que sus empleados luchan contra una incertidumbre sin precedentes

Escena Il Trovatore en La Scala

«Los teatros fueron los primeros en cerrar sus puertas en marzo y seguramente serán los últimos en reabrir», explica el violinista Antonio D’Amico, secretario general de Fistel CIRSL, el sindicato italiano de profesionales del sector de la información, espectáculo y telecomunicaciones.

La cancelación de ensayos, funciones y cierre de teatros y espacios culturales ha afectado a múltiples empleos ligados al mundo del espectáculo, empleos ya precarios antes del estallido de la crisis del coronavirus, “trabajadores que tienen las mismas funciones que los trabajadores permanentes pero no siempre han tenido garantías y que hoy están aún más solos”, comenta D’Amico.

Las estimaciones apuntan ya al desastre económico con un cálculo de 10 millones de pérdidas en taquilla debido a la cancelación de 7.400 espectáculos, como señala la Asociación General Italiana de Entretenimiento (AGIS). El clarinetista Antonio Piemonte, de 35 años, subraya que desde que comenzó a trabajar, todos sus contratos han sido precarios: “Si no tuviera a mi familia probablemente podría morir de hambre. Además, no sé ni cómo, si o cuándo volveré a trabajar. Seamos realistas: no somos invisibles, somos inexistentes”.

Este volumen de cancelaciones afecta a un 90% de los trabajadores del sector, entre los que se incluyen los propios músicos y personal del teatro, peluqueros, sastres, maquilladores, técnicos de audio y vídeo o bailarines, más de 300.000 profesionales que no están trabajando.

“Debemos pensar en una estrategia de reapertura ahora, antes de que sea demasiado tarde. Suponiendo que pudiese reiniciarse la actividad en verano, se haría en lugares abiertos, no interiores”, comenta D’Amico.

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