Plan de suscripciones

Suscribirse a la Newsletter de Beckmesser

¡No te pierdas ninguna noticia!

¡No enviamos spam! Lee nuestra política de privacidad para más información.

Busca las entradas de cada mes

calendario operístico 2023

Últimos tuits de Beckmesser

Reseña Cd: Schubert: Forellenquintett. Mutter, Trifonov
Reseña dvd: Wagner: Die Walküre. Thielemann
Por Publicado el: 20/04/2018Categorías: Discos, DVD's y libros

Crítica: “Esto no estaba en mi libro de la Historia de la Música”

                              

APRENDER A ESCUCHAR MÚSICA

Pedro González Mira: “Esto no estaba en mi libro de la Historia de la Música”. 322 páginas. Editorial Almuzara. 2018.

Arturo Reverter. Esta no muy conocida editorial mantiene viva una colección cultural divulgativa en la que se inscriben ya una buena cantidad de volúmenes encabezados por la oración Esto no estaba en mi libro de… Una manera de abrir el camino a sondeos relativos a las más diversas materias como la Segunda Guerra Mundial, la Historia de España, el Antiguo Egipto, la Historia del Arte y un largo etcétera. Es casi seguro que ninguno de ellos habrá abordado su tema desde los originales presupuestos en que lo ha hecho González Mira.

Los propósitos del autor, ilustre crítico y comentarista musical de larga trayectoria, muchos años redactor jefe de la revista Ritmo, premio nacional de crítica discográfica en 1984, compañero en estas columnas, quedan claramente recogidos, a modo de resumen, en al párrafo final del trabajo: “Si usted ha llegado hasta aquí y no ha decidido trazar un plan de escucha de las obras que han ido apareciendo a lo largo del libro, es usted muy dueño de pensar que hace lo correcto. Pero entonces yo no estaría de acuerdo con usted. Porque leer sobre una música y no escucharla es como estar enamorado y no recibir nada a cambio. Una frustración en toda regla”.

Hasta llegar ahí González Mira traza un amplio arco que examina y define, en un lenguaje asequible para el aficionado o, incluso, para el ignaro, pero deseoso de saber, la mayoría de los conceptos que habitualmente se emplean para tratar la materia musical. Lo hace desde el conocimiento y desde un abiertamente declarado subjetivismo. Porque, después de todo, lo que se ventila es sentar las bases de una sui generis guía de audición sugerida por un auditor de primera. El autor, fundamentado en su larga experiencia de aficionado y de estudioso, va llevando al lector por un camino bien delimitado, orientándolo, conduciéndolo suavemente.

González Mira, de una manera muy hábil nos va introduciendo en su mundo y nos plantea interrogantes, da pistas, relativiza no poco, con lo que, pese a la firme guía, deja siempre sendas abiertas para que el interesado ponga en juego su cacumen y se haga a sí mismo las oportunas preguntas. De forma muy pedagógica, pero huyendo de lo profesoral, eliminando tecnicismos, facilita la labor dividiendo el texto, muy ingeniosamente, en cuatro grandes capítulos: 1) El subsuelo, donde se plantean cuestiones básicas (el sonido, la voz humana, la creación musical, conceptos esenciales del lenguaje,…); 2) La tierra, que recoge y define a los protagonistas de la creación musical (instrumentistas, cantantes, directores, orquestas, discos, críticos, medios de comunicación…) y a los distintos géneros; 3) Las alturas, en donde aparecen tratados algunos compositores clave y examinadas estética y “humanamente”, con muy juiciosas, personales y reveladoras explicaciones, algunas de sus obras maestras en los distintos géneros, en un rápido y bien elegido recorrido, y 4) El paraíso, que coloca en el lugar más alto unas pocas obras maestras definitivas, aquellas que González Mira considera, desde su punto de vista de oyente y estudioso, auténticamente cimeras, únicas: la Tetralogía de Wagner (a la que se dedican 37 sustanciosas páginas), las Sonatas y los Cuartetos de cuerda de Beethoven y, como partituras inmarcesibles, El clave bien temperado y El arte de la fuga de Bach. “Músicas para toda una vida”.

Naturalmente, en un texto tan subjetivo, tan exento de apriorismos, hay cuestiones que en algún caso podrían ser discutidas, como aquellas que se refieren a la labor crítica o a las que tratan aspectos relacionados con el canto. Las verdades absolutas no existen, algo que reconoce elegantemente el autor, que deja claro en el prólogo del libro que ésta “no es una historia de la música. Más bien debería haberse titulado Escuchar Música, algo que tiene mucho que ver con la historia de la música, pero que no es necesariamente lo mismo”.

Libro, pues, útil, que podrá ser degustado tanto por los aficionados de a pie, por los deseosos de acercarse al fenómeno musical sin prejuicios, como por aquellos que ya poseen conocimientos y quieren reordenar o asentar ideas. El estilo llano, pero abundoso en metáforas, en referencias, en imágenes, todas ellas trasladadas a través de una sintaxis fluida y comprensible, nos facilita la labor.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

banner-calendario-conciertos