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Por Publicado el: 12/05/2019Categorías: En vivo

Crítica: Guerra y délicatesse en el Festival Ensems

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Container Ensemble

41 FESTIVAL DE MÚSICA ENSEMS

Guerra y délicatesse

Ensemble Container. Codirector artístico: Luciano Azzigotti. Pro­gra­ma: Obras de Gómez Alemany, Sánchez-Chiong, Van Eck y Stefan Prins. Lugar: Palau de la Música (Sala García Navarro). Entra­da: Alre­de­dor de 125 perso­nas. Fe­cha: Lunes, 6 mayo 2019.

El tema intolerable de las guerras, de sus horrores y salvajadas, ha sido desde que el mundo es mundo lógico motivo recurrente en todas las disciplinas artísticas. Precisamente de ellas, pero también de los horrores que suceden en la vida cotidiana, versó el programa protagonizado el lunes por el Ensemble Container, conjunto instrumental oriundo de Extremadura y con frecuente presencia en las escenas española e iberoamericana. Jóvenes virtuosos que añaden a su talento el decidido interés por aunar la música y sus raíces más hondas con las más novedosas tendencias de la creación contemporánea.

Para su presentación en la actual edición de Ensems, el Ensemble Container ha optado por un muy pertinente programa centrado en Generation Kill, el formidable grito pacifista creado en 2012 por el compositor flamenco Stefan Prins (Kortrijk,1979) para cuatro performers con controladores de PlayStation 3, percusión, guitarra eléctrica, violín, violonchelo, live-electronics y live-video en cuatro canales. Impresionan, en las cuatro pantallas en las que se ubican los instrumentistas acompañados de sus propias holografías, las proyecciones de esas bombas asesinas marcando con diabólico ojo de halcón sus objetivos: un campesino, una vereda milenaria, un pozo, una granja… Iraq y Afganistán precisa el compositor. Los horrores de la guerra. Una visión tan vigente y dramática como las pinturas de Goya. Estremece el impacto del demoledor y espectacular montaje visual, pero también la fuerza de una música desgarrada, rota e hiriente, que parece surgida del mismísimo Gernika de Picasso.

Fue un programa muy desigual, en el que junto a creaciones tan rotundamente geniales como Generation Kill o la trepidante, abrasadora, “televisiva”, ingeniosa y mareante obra de Joan Gómez Alemany que abrió el programa, encargo de los propios Ensems y que se escuchó con carácter de estreno absoluto, se escucharon otras de diferente relieve. Absurda e incomprensible en verdad es la fantasmagórica Wings, ideada por la holandesa Cathy Van Eck (1979) entre 2007 y 2008, en la que explora y juega con la relación entre micrófonos y altavoces utilizados como instrumentos. ¡El Feedback!, que es manipulado por tres personas (¡cuesta asumir lo de performers!) que deambulan por la escena ocultas tras tres paneles blancos, que permiten pasar o bloquear ese sonido según el movimiento que crean. En el fondo y quizá no tan en el fondo, una tontería. O, acaso, una délicatesse excesiva para las entendederas del viejo crítico. Justo Romero

Publicada el 8 de mayo en el diario LEVANTE.

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