Plan de suscripciones

Suscribirse a la Newsletter de Beckmesser






¡No te pierdas ninguna noticia!

¡No enviamos spam! Lee nuestra política de privacidad para más información.

Busca las entradas de cada mes

calendario operístico 2023

Últimos tuits de Beckmesser

Marcelo-Puente-Ainhoa-Arteta-carmen-jerezCrítica: Arteta como Carmen, un experimento fallido
Jansen-y-Afkham-Orquesta-Nacional-c-Orquesta-y-Coro-NacionalesCrítica: David Afkham y Janine Jansen con la Orquesta Nacional
Por Publicado el: 23/06/2023Categorías: En vivo

Crítica: Luisa Fernanda en el Teatro de la Zarzuela. Dos repartos

Relevancia vocal y musical

Moreno Torroba: “Luisa Fernanda”. Reparto: Carmen Artaza, Sabina Puértolas, Juan Jesús Rodríguez, Ismael Jordi, María José Suárez, Nuria García-Arrés, Francisco José Pardo, Antonio Torres, César Diéguez, Emilio Sánchez…Dirección de escena: Davide Livermore. Dirección de reposición: Emilio López. Dirección musical: Miguel Ángel Gómez-Martínez. Teatro de la Zarzuela, Madrid, 21 de junio de 2023.

Escena de Luisa Fernanda (c) Javier del Real - Teatro de la Zarzuela

Escena de Luisa Fernanda (c) Javier del Real – Teatro de la Zarzuela

El 28 de enero de 2021, en plena pandemia y con las limitaciones propias de la situación, se estrenó esta producción de la más célebre zarzuela de Moreno Torroba. En la crítica correspondiente, publicada en el mismo medio, el firmante exponía y argumentaba su opinión no precisamente favorable a la producción en unos términos que debemos reproducir a día de hoy una vez revisada la idea escénica de Livermore, en esta ocasión defendida por Emilio López, que la ha llevado a cabo limpiamente haciendo uso de su ya notable experiencia como regista.

Hemos de insistir en que “Luisa Fernanda” es lo que podríamos llamar una zarzuela “clásica”, que plantea una trama sencilla, en la que se establece, con el fondo de las trifulcas entre monárquicos y liberales en las postrimerías del reinado de Isabel II, un triángulo amoroso entre la protagonista, un rico hacendado extremeño y un joven militar, a los que se suma la casquivana y caprichosa duquesa Carolina. Hay un evidente costumbrismo y un manejo de aires populares en una partitura muy resultona, con algunos números de fuerza y melodías muy reconocibles.

Livermore desnaturaliza no poco la obra y la hace confusa con un continuo cambio de situaciones escénicas y un constante trasiego de plataformas giratorias; con un permanente lugar de acción: el antiguo Cine Doré, actual sede de la Filmoteca Nacional. Se nos sitúa ante su fachada en los años 20 del siglo pasado y se mantiene durante toda la narración en activo una pantalla en la que se proyectan películas mudas e imágenes que quieren ser alusivas a la trama ideada en su día por Federico Romero y Guillermo Fernández-Shaw. Lo que termina por cansar.

Se orilla de esta forma la localización de cada escena, más allá de algún facilón aditamento, con lo que se elimina el discreto casticismo que envuelve a la obra, y se propicia la posibilidad de crear confusión en el espectador. El cuadro de los vareadores parece sacado de una comedia musical. Un efecto que aparece en otras muchas secuencias, en las que tiene continua presencia el ballet con espectacular coreografía de Nuria Castejón. Hay detalles chuscos, como el de convertir al posadero Bizco Porras en Groucho Marx. Lo hizo bien César Diéguez.

El reparto era distinto en sus partes protagonistas al de hace años. Luisa Fernanda fue la joven donostiarra Carmen Artaza, ganadora del 58 Concurso Viñas. Se postula como mezzo en una parte que es más bien de soprano, categoría que seguramente, hoy por hoy, se ajusta más a su timbre, que tiene carne y cuerpo, sobre todo en el centro. Los graves son ahora mismo algo endebles, faltos de empaque, y sus agudos, bien emitidos, aparecen en exceso delgados, aún por ganar presencia y anchura. Mostró excelentes maneras en el fraseo, aunque ha de ganar expresión en los parlamentos, como en el tan importante del final del segundo acto, cuando sale, durante la trifulca, en defensa de Javier.

Este fue Ismael Jordi, tenor lírico-ligero que gana cada día cuerpo y redondez, con agudos, siempre fáciles, ahora más corpóreos y sustanciosos, de mayor entidad lírica, y con hermosos filados y “smorzature” de libro. Aunque a veces se exceda en esos bellos efectos. Expuso con fruición, bien acompañado aquí por Artaza, sus palabras en el dúo postrero. La gentil y orgullosa duquesita Carolina no tuvo problemas para una soprano lírico-ligera bien pertrechada, homogénea, dúctil, fácil y refrescante, como Sabina Puértolas, cómoda y espontánea en todo momento.

El chorro broncíneo de Juan Jesús Roríguez, barítono tonante, espeso, rotundo y contundente, de zona aguda bien poblada, con un paso al registro superior a veces por debajo del Re o del Mi 3, inundó la escena de forma bienhechora, más allá de que en determinados momentos no acertara, o no quisiera, dulcificar líricamente su emisión. Enormes Fa y Sol superiores. El resto del reparto actuó sin problemas, con la siempre expresiva mezzo María José Suárez como Doña Mariana. Antonio Torres fue un eficaz Nogales y Francisco José Delgado, miembro del Coro, defendió con pericia y sonidos algo abiertos la parte de Saboyano.

Gómez Martínez dirigió, como es su costumbre, de memoria y estuvo muy atento a la regulación dinámica, al establecimiento de un tempo-ritmo adecuado, con pasajes alumbrados desde una perspectiva muy cuidada, asentando, modelando y mandando con mesura; en ocasiones -dúo Carolina-Javier, por ejemplo- quizá demasiada. Pudo faltar algo de nervio en otros momentos. Pero en conjunto todo funcionó aparentemente; gracias también a la prestación de Orquesta -al completo en esta oportunidad- y del siempre bien engrasado Coro que dirige Antonio Fauró. Éxito franco, aunque con algunas lógicas protestas contra la puesta en escena. Arturo Reverter

 

LUISA FERNANDA (F. MORENO TORROBA): SEGUNDO REPARTO

Teatro de la Zarzuela de Madrid. 24 Junio 2023.

Se trata del segundo de los repartos programados del título y vocalmente ha funcionado por debajo del resultado del primero de los repartos. En cualquier caso, la representación ha contado con el beneplácito del público.

Nada hay que añadir a lo escrito en lo que se refiere a la producción escénica de Davide Livermore ni a la dirección musical de Miguel Gómez Martínez.

La nueva Luisa Fernanda era la soprano Amparo Navarro, cuya actuación no tuvo mucha brillantez. Cumple bien, aunque la voz no ofrece mucho atractivo, estando apretada en las notas altas, como siempre lo ha estado. Tampoco está sobrada de volumen vocal. En mi opinión, por debajo de Carmen Artaza el día anterior.

Amparo-Navarro-y-Ruben-Amoretti

Amparo Navarro y Ruben Amoretti

 Vidal Hernando fue interpretado por el bajo burgalés Rubén Amoretti, bien conocido de los aficionados. Este cantante fue en su día tenor, pero problemas físicos le hicieron cambiar su voz y en los últimos años ha sido constante su presencia en la cuerda de bajo. Me llamaba la atención que ahora cantara una parte claramente de barítono, pero la verdad es que lo ha hecho francamente bien en todos los sentidos, siendo sin duda lo más destacado de este segundo reparto. Como siempre, ha sido un buen cantante y un destacado intérprete, sin ofrecer problemas de tesitura.

Javier Moreno era el tenor cántabro Alejandro del Cerro, que lo hizo bien. Su voz tiene calidad y llega fácil a la sala. No es un dechado de virtudes en su técnica de canto, pero cumple bien.

La Duquesa Carolina era la soprano Rocío Ignacio, a quien he encontrado con una emisión mucho más inestable que las últimas veces que la había visto en escena. Hay momentos en que resulta poco agradable, especialmente por arriba.

Los personajes secundarios repetían su actuación del día anterior y entre ellos quiero señalar la presencia del tenor Francisco José Pardo como El Saboyano, que cantó bien la romanza del Soldadito, con la que se abre la zarzuela.

La representación comenzó con 4 minutos de retraso y tuvo una duración de 1 hora y 52 minutos, sin intermedios. Duración musical, incluidos diálogos, de 1 hora y 47 minutos. Seis minutos de intensos aplausos, en los que el triunfo fue para Rubén Amoretti.

El Teatro de la Zarzuela había agotado sus localidades una vez más. El precio de la localidad más cara era de 50 euros, costando 22 euros la más barata con visibilidad.

Fotos: E. del Real

José M. Irurzun

Un comentario

  1. Jabier 24/06/2023 a las 09:56 - Responder

    Te veo en forma Manolo ¡¡

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

banner-calendario-conciertos