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Por Publicado el: 15/04/2017Categorías: En vivo

Cuenca: La espiritualidad de Haydn y Schubert

LA ESPIRITUALIDAD DE HAYDN Y SCHUBERT

Coll: “Cantos”. Haydn: “Las siete últimas palabras de Cristo en la Cruz”. Cuarteto Casals. Iglesia de San Miguel. Schubert: “Lázaro o La Festividad de la Resurrección”. Solistas. Coro y Orquesta de la Academia de la SMR. Director: José Sanchís. Teatro-Auditorio. 10 y 11 de abril de 2017. 56 Semana de Música Religiosa de Cuenca.

Nuevos tiempos y nuevos vientos para esta convocatoria anual fundada haca 56 años por Antonio Iglesias. El actual director de la muestra, Cristóbal Soler, ha organizado en pocos meses, con un presupuesto al parecer escaso, una programación algo desigual pero que no deja de albergar conciertos de interés. Pudimos escuchar el día 10 el estreno de “Cantos” de Francisco Coll, obra concentrada, poblada de cánones, de glisandos, de trémula vibración, oscura tímbrica, atmosférica, geométrica, espiritual. Haydn escribió en 1787 por encargo de la Iglesia de la Santa Cueva de Cádiz, “Las siete últimas palabras de Cristo en la Cruz”. El juego de tonalidades, las audaces modulaciones, los acentos, los ataques, ora fulmíneos, ora delicados, el fraseo cincelado, la sonoridad, agreste en los pasajes dramáticos, suave y refinada en los pianos, el juego contrapuntístico, estuvieron en la interpretación del Casals.

No alcanzó la misma altura la recreación del poco programado e inacabado oratorio de Schubert “Lázaro o La Festividad de la Resurrección”, que ofrece una narración dramática ligada, de un lirismo de elevada espiritualidad en la que los recitativos acompañados, los ariosos y las arias (pocas) se enlazan sin solución de continuidad. 70 minutos de música de gran categoría, que el joven José Sanchís, de gesto claro y ceremonioso, algo falto de precisión, trató de llevar a buen puerto. Faltó claridad de texturas, diferenciación de timbres y nervadura dramática.

El tenor lírico-ligero José Luis Sola puso voz a Lázaro con autoridad, con temple, quizá a falta de un mayor recogimiento. Ligeros golpes de glotis no desmerecen su buena línea. La tuvo el también tenor ligero José Manuel Guinot (Natanael), de volumen escaso y emisión algo insegura. Con frescura, con línea y agudo fácil y leve tinte nasal, Marga Rodríguez (María); con volumen y cierta rudeza la mezzo Mónica Campaña (Marta); con brillo espejeante e igualdad tímbrica la soprano lírico-ligera Inés Ballesteros. Y con aplomo y voz timbrada de barítono lírico, pasajeramente engolada en la zona inferior, Carlos Daza. El bisoño coro estuvo en su sitio en los dos números que piden su colaboración. Arturo Reverter

3 Comments

  1. Javier Arroyo Broch 15/04/2017 a las 12:17 - Responder

    Hombre, Sr. Reverter, que con su trayectoria haga Vd una faena de aliño justificando lo injustificable, tiene tela. La obrita de Coll, de cuatro minutos, era un desastre desde todos los puntos de vista, una sinrazón que sólo se programó para que ese don nadie llamado Soler, el denunciado director artístico de la SMRC (por prevaricación y constitución de trama organizada para alterar el resultado de un Concurso Público, casi ná) pudiera decir que había hecho un encargo. Y la versión del Casals del Haydn YA había sonado en Cuenca, o sea que encima recochineo y falta completa de información y conocimientos por parte del tal Soler, un desconocido completo en el ámbito de la música religiosa y la dirección artística (lo cual se ha revelado como evidente).

    Y el Lazarus… Pues mire, acostumbrado a la versión maravillosa de Frieder Bernius, lo que sonó hubiera llevado a Lázaro a no resucitar, con tal de no tener que escucharlo. El director estaba tan perdido que incluso algunos de los propios músicos de la orquesta lo han denunciado en varios periódicos locales, asegurando que si no hubiera sido por el concertino aquello hubiera tenido que pararse varias veces. Estilísticamente fue una interpretación casi denunciable , los solistas eran sólo dignos de un festival provinciano, y la orquesta… Pues me perdonarán los músicos, pero la orquesta, casi toda entresacada que conjuntos amateurs valencianos (ya que casi nadie respondió al anuncio de reclutamiento, y Soler y su apadrinado Sanchis tiraron de conocidos en sus grupetes valencianos) carecía del menor atractivo. No es la SMRC el espacio para que se gaste dinero en estas iniciativas, para eso hay otros organismos y eventos. Aquí la gente desea calidad y no acercamientos aficionados, pero claro, Soler tenía que buscarse una orquestita para poder dar conciertos durante el año, ya que no le llama nadie. Ni siquiera cuando incluyó en su CV discos «fantasma» con Deutsche Grammophoncon intención de darse pisto y que la gente se creyera que era un gran director; algo que tendría que haberle retirado de la circulación de por vida y de lo que al parecer en Beckmesser nadie quiere hacerse eco…

    • SpR 16/04/2017 a las 22:47 - Responder

      Me sorprende, señor Arroyo, su comentario. Yo no entro en los entresijos, si lo hay, que han llevado a Cristóbal Soler a la dirección de la Semana de Cuenca. Me limito a señalar los aspectos musicales que han concurrido en los dos conciertos que he tenido la oportunidad de ver y escuchar. Que la obra de Coll sea o no un desastre es una opinión subjetiva, como todas. A mí me pareció muy estimable dentro de su brevedad y demuestra que su autor sabe manejar los parámetros de timbre, altura y espacialidad y que conoce el manejo de las líneas instrumentales. Es cierto que es en exceso ascética y de contenido escaso; pero eso no la descalifica de raíz. De todas formas, le animo a que haga usted un análisis estrictamente musical en vez de emitir un exabrupto tan radical como calificarla de sinrazón.
      En cuanto a que el Cuarteto Casals ya tocó en la Semana Las Siete Palabras de Haydn, pues es verdad. Fue en 2003. No veo el porqué no pueden volver a interpretarla cuando, ya maduros, 14 años después, sus componentes han mejorado notablemente su enfoque y ejecución. Fue una versión de primer rango, ayudada por la estupenda acústica de la iglesia de San Miguel. Si tiene algo que objetar, me gustaría que lo expusiera razonadamente.
      Está claro que a mí no me complació la versión del Lázaro schubertiano y basta leer mi comentario donde muestro mis reparos. Naturalmente que la orquesta es muy bisoña e imperfecta, con independencia de dónde provengan sus integrantes. En todo caso, hay que aplaudir la iniciativa de constituir un conjunto de jóvenes, que vayan aprendiendo y fogueándose. Entre los solistas hubo un poco de todo, en algún caso estimable e incluso bueno. Son, como digo, opiniones. En mi caso creo que razonadas. Arturo Reverter

      • Javier Arroyo Broch 17/04/2017 a las 18:00 - Responder

        El problema, Sr. Reverter, es que los medios no se hagan eco del tremendo pucherazo que ha tenido lugar (y Vd sabe perfectamente que fue así, ¿cómo si no alguien como Soler hubiera podido llegar a Cuenca?) Ese pucherazo trae como consecuencia que un inepto completo dirija la SMRC, ayudado por quien le ha aupado, el Sr Mombiedro, director del Auditorio, como es de sobra conocido por todos; incluso fue él quien le ha hecho parte de la programación, como el estreno de la obra de Verdú, algo que por azares de la vida nos consta, por escrito, a muchos desde febrero de 2016, hace más de un año. Y que un inepto sin ninguna experiencia en la dirección artística y en la música religiosa dirija la SMRC tiene como resultado que se mienta y se engañe al contribuyente. Para empezar programando cosas que pocos días antes se han dado en Madrid. Para seguir, diciendo mentiras con respecto a pretendidos hallazgos musicológicos, o asegurando que es una gran novedad la presencia de la TV o la Radio en la SMRC, o, demostrando su ineptitud trayendo a artistas de tercera fila a hacer repertorios que ya se han ofrecido en la SMRC por «principiantes» como Herreweghe, por ejemplo. Cuando se habla de la SMRC, el listón crítico ha de ser mucho más alto, Sr. Reverter, porque si no parece que los que cantaron el Lázaro de Schubert en Cuenca son mejores que Peter Kooij, uno de los más grandes bajos bachianos de la historia, del que según Vd no hubo «nada destacable» en la memorable Pasión según San Mateo de Herreweghe hace unos días en Madrid. No, no mezclo churras con merinas, sólo digo que no se puede caer en la complacencia y dar todo por bueno. ¿Es una buena noticia que Soler se haya sacado de la manga una orquestilla y un coro para poder dar bolos en invierno porque a él no lo llama nadie que tenga un mínimo criterio musical? La SMRC no parece el sitio apropiado para una orquestilla sinfónica en pruebas, cuando su repertorio natural es otro y hay mil festivales donde orquestas de estudiantes pueden foguearse. Tanto que Soler habla de excelencia, aquí lo que hay es mucha desvergüenza. Y que la crítica pase esto por alto es extremadamente grave. Todos el mundo mira para otro lado, pero claro, se está tan bien en Cuenca con todo pagado… Lo normal hubiera sido que, dado el escandalazo que este año ha tenido lugar con ese Concurso Público amañado en Cuenca, todos los críticos hubieran exigido una rueda de prensa a Soler para que explicase cómo es posible que él, sin haber sido director artístico de nada jamás (sigue mintiendo al respecto en su CV), dirija Cuenca, cuando era condición sine qua non de las bases. Y que explicase por qué metió en su CV esos discos «inventados» con DG que han circulado por todas las redes sociales. Y que explicase desde cuando se reúne con el Alcalde de Cuenca para preparar su aterrizaje en la ciudad, y que explicase cómo es posible que mientras que el Concurso tenía lugar, se le viera en compañía de uno de los miembros de la Comisión de Valoración en un concierto, igual que previamente se le vió en numerosas ocasiones en restaurantes con él y con el señor al que ha nombrado vice-director. Afortunadamente, el silencio de gran parte de los medios y la crítica acabará cuando la justicia se pronuncie,especialmente con las nuevas testificales ante el Juzgado que lleva ese asunto en Cuenca actualmente. Vd qué cree, Sr. Reverter, ¿que a los lectores de Beckmesser les interesan más los gorgoritos de los solistas del Lazarus o toda la porquería que ha habido en torno a la SMRC este año? Hombre, sobre todo porque se han gastado medio millón de eurazos de nuestro bolsillo y han traído una programación lamentable, como Vd sabe perfectamente pero no dice. Y seguramente los lectores quieren ver buenso conciertos el año que viene, y no lo de este año, restos de tienta y, claro, algún concierto bueno,que al menos con medio millón de euros algo bueno se podrá programar…

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