El Ayuntamiento de Munich ha decidido que Thielemann se ha pasado de la raya y ha decidido no renovarle el contrato que le liga hasta 2011 si no aceptaba que el gerente de la Filarmónica de Munich pudiese decidir sobre solistas y directores de los conciertos que Thielemann no dirigiese. Thielemann no ha aceptado porque quería decidir los artistas y directores de toda la programación de la orquesta y no sólo de aquellos que él personalmente dirigiese. Al parecer no quería que si él, por ejemplo, dirigía un ciclo de Beethoven llegase otro director y lograse una versión mejor que la de él. Argumentó que no podía seguir siendo director musical de una orquesta si sólo decide sobre sus 30 conciertos y el gerente sobre más de 60.
Se habla de que estaría interesado en Dresde. ¡Ay con los egos!
Los derechos de veto y otras cuestiones similares de los directores musicales son causa de serios problemas. ¿Por qué creen ustedes que Frühbeck de Burgos o Gómez Martínez no dirigen en el Teatro Real? Adivínenlo.