¡Cómo si sobrase el dinero! El Real va a regalar los treinta containers de “Aida” al Colón de Buenos Aires y los casi otros tantos de “Don Quijote” a Manaos. ¡Cómo si la primera no se pudiese reponer en el teatro! ¿Es lógico que una producción millonaria y preciosa, de la que apenas se vieron ocho representaciones hace doce años, sea “exportada” como regalo en vez de reponerse en el teatro. Porque, no lo olvidemos, ¿quién será después quien se atreva a programar el título en el Real? No tendría sentido encargar otra nueva producción ni tampoco alquilarla, con lo que la ópera de Verdi quedaría desterrada del repertorio del teatro por décadas. ¡Un poco de sentido común! Siempre será más barato alquilar un vestuario -el que hace falta para reponer la “Aida” de Hugo de Ana- que pagar una producción entera de un título tan enorme. Y una pregunta final: Buenos Aires está muy lejos y no digamos la selva del Amazonas… ¿Quién pagará los portes de tanto container hasta los beneficiarios? ¿O también serán estos un regalo del espléndido Real?