Los enigmas de López López superan a los de Turandot
Imaginemos un compositor de valía, que tiene encargos y estrena obras y que vive en París, ciudad bella donde las haya. Si usted fuese él, ¿se vendría a vivir a Madrid a cambio de una cargo administrativo de tercera?
Pues el ex-residente en París es López López, que se viene a Madrid para ocupar el cargo de responsable artístico del Auditorio Naciona, nuestro container musical que funciona por arrendamiento, para programar eventos con un presupuesto tan raquítico como un millón de euros.
¿Ustedes lo entienden? Yo sinceramente no. O López López no componía ni una nota, o le han puesto un sueldo que no se corresponde con el presupuesto que va a manejar, o se va a autoprogramar o pactar intercambios -yo te programo aquí y tu me programas allá-, o viene para favorecer a los amigos compositores, o quizá es un espíritu altruista… o yo soy imbécil porque no entiendo nada. Y es que alguna razón de peso que se nos escapa ha de haber para su traslado. Si a ustedes lectores se les ocurre alguna, cuéntemelo por favor.
Últimos comentarios