Al parecer ya habría sentencia al recurso presentado por Miguel Roa a su despido del Teatro de la Zarzuela por el INAEM. En vez de declararlo «nulo», como en primera instancia, ha sido declarado «improcedente» o «readmisión». La diferencia es notable, puesto que aunque los tribunales le den la razón a Roa, el INAEM no tendrá que readmitirle y podrá despedirle con una indemnización. Roa estaba cobrando hasta la fecha su salario mensual sin pisar el teatro. La indemnización correspondiente a los más de 25 años de antiguedad de Roa supera con creces la remuneración que, en caso de readmisión, debería pagarle el INAEM hasta su jubilación obligada a los 70 años, esto es, dentro de algo más de dos años.
Se da la circunstancia de que a primeros de octubre vencerá el contrato del «otro» director musical de la casa, Cristóbal Soler y que por esas mismas fechas tomará posesión Paolo Pinamonti como director del teatro. ¿Qué hará el INAEM con el contrato de Soler? Lo lógico parece que Pinamonti habría de decidir pero al ser también lógico que Pinamonti, como todo cargo de confianza y el suyo lo es, haya de ser refrendado por un nuevo INAEM, quizá fuese razonable una prórroga de seis meses hasta ver cómo queda finalmente la dirección del teatro. O quizá aún más lógico sería sentarse con Roa y llegar a un acuerdo, porque los números de la indemnización son los números y aunque «el dinero público no sea de nadie» (Exministra de cultura Carmen Calvo dixit) no están los tiempos para dispendios.