Bastante malestar se ha creado entre los abonados malagueños al hacerse la pública la sustitución de «Otello» por «Madama Butterfly». La ópera de Verdi iba a ser una producción propia del Teatro Cervantes e iba a contar con las voces de Daniela Dessì, Fabio Armiliato y Juan Jesús Rodríguez. A mediados del mes de agosto la pareja de cantantes italianos anunció su cancelación sin más explicaciones. A pesar de que al teatro malagueño se le ofrecieron como sustitución nombres de la solvencia de Vassileva o Palombi (ambos triunfadores en la Scala, Palombi sustituyendo a Alagna cuando su espantada en «Aida»), la dirección del teatro, sin dar tampoco explicaciones, ha cambiado el título y ha optado por un reparto de inferior calidad y por una producción alquilada. El enfado se extiende a muchas más personas, pues ¿quién pagará ahora el trabajo de sastrería ya hecho para «Otello»? ¿Y el de escenografía? ¿Y el de la dirección escénica? Como se da la callada por respuesta, corren todo tipo de rumores, muchos de ellos apuntando a interferencias de tipo político. ¿Será casualidad que la dirección escénica fuese de José Luis Castro, defenestrado del Maestranza de Sevilla por Marset y que desde que éste está en Madrid ha visto cómo se diluían diversos proyectos teatrales para la capital?