Gregorio Marañón, presidente del Patronato del Teatro Real e impulsor practicamente a solas de los cambios en el teatro, piensa en Daniel Harding como el repuesto a López Cobos, tras la sugerencia de lissner, con quien estudia qué hacer en el Real. Es algo que, según hemos podido saber, desconocía el Patronato hasta publicarse hoy en El Mundo.
También se habla de una posible vuelta de Lissner -Marañón es padrino de uno de sus hijos- al teatro, pero parece muy improbable tras lo quemado que se marchó -se marchó él, no le echaron- y lo que escribió en el libro de sus memorias.
Harding no ha dirigido ópera en España, pero sí bastantes conciertos -especialmente en Ibermúsica- sin haber llegado a convencer del todo ni a público ni crítica. No posee un repertorio lírico que le permita afrontar las grandes obras italianas o alemanas, por lo que sería curioso aquellas que se reservase. Hasta la fecha ha dirigido «Don Giovanni», «Idomeneo», «Flauta Mágica» y «Otra vuelta de tuerca». Lissner se apoyó en él para abrir su primera temporada en la scala, cuando nigún gran director deseaba arriesgar.
El tema económico no parece que fuera a ser un problema, dados los actuales emolumentos del maestro zamorano quien -según el mundo de agencias artísticas- cobraría 17000 € cada vez que se mete en el foso, además de su sueldo como director musical. El caché de Harding es menos elevado, 12.000€ por función.