El Correo sacó una edición especial para la reapertura del Teatro de la Maestranza. En la página 4 figura un artículo firmado por Ramón Serrera que dice «… Este panorama, de nivel excepcional dentro y fuera de la ciudad, quedó truncado por el cambio de política municipal y la llegada a la Delegación de Cultura del Ayuntamiento de Sevilla de Juan Carlos Marset que, amparándose en la legitimidad de su nombramiento, irrumpió con prepotencia y formas autoritarias en el panorama cultural de la ciudad. Fue un grave error romper la dinámica que le había impreso Castro al teatro y, sobre todo, el modo en el que se hizo, que provocó un clima enrarecido en el propio teatro y en la relación con los medios.»
Vamos, ¿acaso no se parece lo que cuenta Serrera a lo que empieza a suceder en Madrid?
Les cuento la última. Resulta que en el Auditorio Nacional están pidiendo a los promotores que le pasen a López López, el nuevo y flamante director artístico de un ridículo presupuesto de un millón de euros, la programación de sus conciertos para 2009. Y también que discutan con él la publicidad en las banderolas exteriores que se van a colocar. ¿López es director artístico o gerente del Auditorio? El totum revolutum habitual de algunos personajes.