Allí, en la sexta posición de la última fila empezando por la derecha, estaba Sonsoles Espinosa. Se había incorporado de nuevo como extra en el Coro Intermezzo, que ahora lleva la titularidad del Real. Tal vez fuera esta posibilidad una de sus bazas. Ella se veía frente a Norma, quizá incluso con mayor autoridad con la que el señor Zapatero reunía a sus ministros para improvisar un nuevo plan con el que hacernos pagar a todos los muchos errores, desatinos y contradicciones que ha venido cometiendo un gobierno que pasará a la historia por llevar el país a la bancarrota económica y la desunión de sus ciudadanos.
Él ha tenido engañados a los españoles tanto como Norma tenía a sus druidas. A ésta le llegó la hoguera al final… No resulta consuelo, porque lo malo es que una historia es ficticia, aunque se ofrezca en el Real, y la otra real, aunque tenga lugar en un país de pantomima. ¿Reaccionarán de una vez los que aún querían ciegos?