Capitales imperiales (3), Viena (5): accidentada Carmen de Bieito

Carmen, música de Georges Bizet. Reparto: J’Nai Bridges, Freddie de Tommaso, Christopher Maltman, Florina Ilie. Wiener Staatoper Orchester. Calixto Bieito, director de escena. Marco Armiliato, director musical.  Wiener Staatoper, Viena, 3 de junio 2025.

Escena de la ópera Carmen dirigida por Calixto Bieito

Georges Bizet (1838-1875) ha pasado a la historia de la ópera con Carmen, una obra que, tras su estreno en 1875 en la Opéra-Comique de París, pasó de ser su fracaso inicial a convertirse en la tercera ópera más representada desde hace ya muchos años, sólo por detrás -aunque cerca- de La traviata y La flauta mágica. 

Esta producción de Calixto Bieito fue estrenada en 1999 en el Festival de Peralada, y se ha consolidado como la más influyente desde entonces, sino de la historia, habiéndose visto ya en más de 70 teatros de todo el mundo, incluyendo los más prestigiosos. En Viena ya se ha repuesto varias veces, siempre con el cartel de ‘No hay billetes’. 

A diferencia de producciones más tradicionales que realzan lo folclórico (pueblo raso, militares, gitanos, bandoleros, mujer fatal que lleva a la ruina a un hombre bueno, crimen pasional, …), la versión de Bieito traslada la acción a una Ceuta de los años 70 donde, como hoy, abunda el contrabando, con un enfoque crudo, realista, violento y marginal, más cercano a la novela original de Merimée, en donde don José tiene un pasado criminal y no hay presencia de una madre para edulcorar su posición.

Me pregunto si con los cambios sociales de los últimos años no sería más interesante situarnos en el campo de Gibraltar donde presumiblemente se situaría la novela. La escenografía de Alfons Flores y el vestuario de Mercè Paloma refuerzan esta estética austera y sin ornamentos innecesarios. Dos de los elementos más conocidos de la versión, como son la bandera de España y el toro de Osborne, sirven para ilustrar la escena y mostrar la marginalidad mencionada. Hay también una progresiva desnudez escénica: a medida que avanza la ópera, el decorado se va vaciando y en el momento final, es casi nulo, subrayando el fatalismo de la versión.

En el reparto, la joven mezzo estadounidense J’Nai Bridges encarnó a Carmen con una presencia magnética y una voz rica en matices, logrando transmitir la complejidad del personaje Será también Carmen a finales de año en una nueva producción el Teatro Real, no se la pierdan. El tenor Freddie De Tommaso, como Don José, ofreció una interpretación apasionada, con un fraseo expresivo. El barítono inglés Christopher Maltman, en el papel de Escamillo, aportó solidez vocal y carisma, mientras que la soprano rumana Florina Ilie, como Micaela (un papel que no aparece en la novela), destacó por la delicadeza y emotividad de su interpretación.

Bajo la dirección musical de Marco Armiliato, la orquesta de la Wiener Staatsoper ofreció una interpretación vibrante, manteniendo el equilibrio entre la energía de la partitura y la profundidad dramática.

Como anécdota en esta función, hay que decir que, en el tercer acto, mientras Micaela cantaba su hermosa aria, comenzó a llegar un fuerte olor y alguien salió a pedirnos que abandonáramos la sala porque había un problema en la batería de uno de los coches que había sobre la escena.

Minutos después, fuimos llamados a entrar para finalizar la representación. No podemos sino felicitar a Florina Ilie por su profesionalidad al continuar el aria, ya que, sin el patio de butacas el ambiente era molesto, no puedo ni imaginar como sería sobre el escenario.

Javier Lillo

https://www.youtube.com/watch?v=7FnH02Uq9tM