Crítica: Orquesta y Coro RTVE, cumpleaños con salud
Orquesta y Coro RTVE, cumpleaños con salud
Carl Orff: Carmina Burana. Sonia de Munck, Juan Antonio Sanabria, César San Martín. Orquesta y Coro RTVE. Director: Christof König. Teatro Monumental, Madrid. 6 de junio de 2025.

La Orquesta y Coro RTVE, ahora de aniversario
60 y 75: son los años que cumplen ahora, respectivamente, la Orquesta y Coro RTVE. Dos conjuntos que han venido dando a lo largo de todo este tiempo alimento musical a tantos profesionales y aficionados. Más allá de que se pueda hablar y discutir la manera en la que su misión haya venido siendo administrada si la comparamos con la que los conjuntos similares de otros países desempeñan.
Pero ahora hay que regocijarse ante una larga historia que se ha conmemorado por todo lo alto en este multitudinario concierto celebrado en el Teatro Monumental, una sede histórica que albergó, decenios atrás, a la Orquesta y el Coro Nacionales de España.
Los más veteranos recordamos aquella sesión inaugural del conjunto sinfónico en el Teatro de la Zarzuela de 27 de mayo de 1965 al mando del primer titular, el histórico Igor Markevitch, un ruso que fuera también compositor y que poseía un enorme ascendiente emanado de su personalidad hierática y de un mando riguroso y pétreo traducidos a través de un gesto parco y algo monótono, con brazos bien abiertos y movimientos acompasados.
Su avanzada sordera promovía una proyección sonora siempre en forte, con gran relevancia de los golpes de timbal. Pero era un maestro que sabía, sin especiales matices, encontrar el meollo y significación de las notas. En atriles figuraban en aquella sesión la Sinfonía Clásica de Prokofiev, el Preludio y muerte de Tristán e Isolda de Wagner. la segunda suite de El sombrero de Tres picos de Falla y la Quinta Sinfonía de Beethoven.
Ahora, 60 años después, la obra a interpretar a las órdenes del actual titular, el alemán Christof König, ha sido la celebérrima cantata Carmina Burana de Carl Orff, seguramente una de las partituras más tocadas de la segunda guerra mundial hasta ahora. Y eso que no es nada fácil por sus dificultades rítmicas y sus complicadas formas de manejar el ostinato a lo largo de un juego de tensiones cambiantes y de una resultona orquestación.
Hay que tener buen pulso y sentido del ritmo para marcar con claridad, sin peligrosas elongaciones, de tal manera que todo el complejo edificio quede bien apuntalado. Pese a lo aparentemente espartano del discurso hay una larvada sensualidad de fondo expresada en pasajes pétreos, isorrítmicos, repetitivos y envueltos a veces en cristalinas melodías y sonoridades ora angélicas, ora cargadas de rotunda sensualidad, que recibieron un tratamiento bien logrado en lo rítmico, adecuadamente planificado en lo instrumental y poderosamente proyectado en lo coral.
Aunque habríamos deseado un mayor tacto contemplativo y exquisitez en pasajes extremadamente líricos como los que pueblan el nº 7, Floret silva nobilis. El famoso O fortuna, que prácticamente abre y cierra la cantata, se nos ha ofrecido en toda su dimensión, con la adecuada carga de decibelios; también, al principio, con un empaste mejorable. Ahí y en otros instantes (Ecce gratum) lo masivo se ha impuesto, como era de esperar.
El aire más orgiástico se pudo advertir sin problemas en el nº 9, Swaz hie gat umbe, y en otros instantes, en los que la gran masa coral actuó a toda presión, bien encajada y dispuesta, generalmente afinada. Los solistas cumplieron mejor que bien. La exquisita lírico-ligera -más esto que aquello- Sonia de Munck, emite siempre, en una parte que tiene bien ahormada, con una pureza casi angelical, lo que va muy bien a su parte, en algún momento cuajada de elevadas agilidades.
Buena idea la de adjudicar la parte del “cisne” achicharrado a un tenor -voz que la estrenó-, en este caso el muy ligero Juan Antonio Sanabria, que emitió en falsete y en falsettone la elevada tesitura, dándole a demás una bis cómica al fragmento. Poderoso y dúctil el barítono César San Martín, en buen estado de forma. Una cierta falta de brillo la compensa con una sana emisión y un buen arte para emitir en forte y muy arriba, hasta el Sol, y para falsetear; que de todo hay.
Previamente se escucharon unas variaciones firmadas por Francesc Capella sobre la conocida canción Cumpleaños feliz. Bien armadas y jubilosamente cantadas por el Coro. Al final, muchos aplausos y muchas flores, que no vimos que se dieran a los niños de la Escolanía JMJ, bien ensayada por David de la Calle.
El Coro estuvo en esta ocasión trabajado por Marcel Ortega i Martí. Como ya es costumbre, no hubo programa de mano. Felicidades en todo caso a los conjuntos radiotelevisivos y a su gerente Manuel Ventero, que pronunció unas palabras al principio del acto.
https://www.youtube.com/watch?v=bZQLpbZJhfc
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