Un total de 55 propuestas han sido recibidas por parte del concurso internacional de ideas para el futuro Liceu Mar. La alta participación confirma el interés global por el proyecto, liderado por el Gran Teatre del Liceu y el Puerto de Barcelona, y sitúa a Barcelona como referencia en arquitectura cultural y frente marítimo. El concurso entra ahora en la valoración de proyectos aportados por los participantes, de los que se seleccionarán cinco para que elaboren una propuesta

El Gran Teatre del Liceu avanza en su proyecto de nueva sede frente al mar

El Concurso Internacional de Arquitectura de Liceu Mar cuenta con 55 candidaturas que se han presentado por equipos de arquitectura y urbanismo, de ámbito local e internacional. Una parte muy significativa de estas candidaturas participan en forma de Unión Temporal de Empresas (UTE), una figura legal que permite que dos o más equipos o empresas se unan de forma temporal para colaborar en un proyecto concreto, sumando recursos técnicos y financieros y asumiendo responsabilidad conjunta.

Esta elevada concurrencia pone de manifiesto el gran interés que genera Liceu Mar y sitúa a Barcelona en el centro del debate internacional sobre nuevas arquitecturas culturales y su encaje en el frente marítimo, reforzando el papel de la ciudad como referencia europea en la intersección entre cultura, urbanismo e innovación.

La relevancia de este proyecto es única, ya que combina la construcción de un nuevo edificio cultural con la transformación urbana de su entorno en el Port Vell, creando un espacio de centralidad y armonía emblemático en Barcelona. Liceu Mar articula arquitectura y urbanismo como un solo proyecto indisociable, y la colaboración entre el Gran Teatre del Licuo y el Puerto de Barcelona es esencial para dar forma a esta iniciativa que transformará parte del Muelle de España.

En julio se publicó el concurso y sus bases, que establecen el calendario y desarrollo en dos fases. El procedimiento previsto es un concurso de proyectos restringido con intervención de jurado y compensaciones económicas para los equipos seleccionados que participen en la segunda fase.

La primera fase cuenta con las 55 candidaturas y tiene por objetivo la presentación y selección de equipos a partir de los proyectos que ya han realizado. El jurado valorará estas trayectorias y pasarán cinco equipos a la siguiente fase para la elaboración de propuestas.

La segunda fase, que prevé su inicio en el mes de febrero, será anónima y bajo lema, y la desarrollarán sólo los cinco equipos seleccionados. En esta etapa tendrán que presentar una propuesta arquitectónica y urbanística que el jurado evaluará según los criterios establecidos en el pliego.

El equipo que obtenga la mejor calificación en esta fase recibirá el encargo de redactar el Anteproyecto, el Proyecto Básico del edificio y de la urbanización y la obra civil, así como el Plan Especial, con posibilidad de ampliarlo en las siguientes fases, como el proyecto ejecutivo y la dirección de obra. Los equipos finalistas que presenten correctamente la propuesta recibirán una compensación de 25.000€ cada uno.

El jurado del concurso está presidido por Martha Thorne, urbanista, contando con David Pino Roca, Xavier Sagrera, Miguel Ángel Pindado Rodríguez, Elsa Ibar, Núria Moliner, Concepció Balcells,  Gustau Gili i Galifeti, Lluís Dilmé i Romagós como vocales y Xavier Fabré, Pau Diez, Marc Comas.  y Elionor Villén como secretarios

Liceu Mar contempla la creación de un nuevo edificio cultural en el Port Vell y el diseño de su ámbito de referencia, articulando arquitectura y urbanismo como un solo proyecto indisociable. Es un espacio en el Puerto de Barcelona donde ciudad y mar convergen para generar creatividad, conocimiento y cultura; una segunda sede que nace para ampliar y reforzar la fuerza transformadora del Liceu, abriéndolo aún más a la ciudadanía y proyectándolo internacionalmente.

En el centro, Liceu Mar aspira a ser un polo creativo y un motor de dinamización cultural del siglo XXI: un equipamiento vivo, flexible y sostenible, de referencia para todos los públicos, que garantice el acceso universal a la cultura. Impulsará la creación contemporánea -con el Centro Internacional de Ópera de Nueva Creación-, reforzará la actividad educativa y familiar, el Petit Liceu, una temporada estable de danza y una programación operística diversa en formatos y escalas múltiples.