Temporada de la ONE
Albrecht, valor seguro
Obras de Beethoven y Zemlinsky. I. Martín, M.Diener y J.A. López. Orquesta Nacional de España. G.Albrecht, director. Auditorio Nacional. Madrid, 9 de mayo
Programa atractivo el último de la ONE, a pesar de la abultada desbandada de público que se produjo tras el descanso. Quedó claro que los abonados de la ONE disfrutan con Beethoven pero no tanto con autores como Zemlinsky. Siendo algo absolutamente discutible y, si me aprietan, hasta injustificable, sin embargo ha de ser tenido en cuenta a la hora de programar las temporadas de esta orquesta, porque una entidad no puede ir en contra de su público si no desea estrellarse. Hay que intentar una evolución, pero con pasos medidos. Lo eran en este programa, pero los abonados están escarmentados. Los que huyeron se perdieron una magnífica interpretación de una partitura muy interesante, en la línea de la malheriana “La canción de la tierra”, pero mucho más integrada sinfónicamente a través de unos leitmotiv un tanto wagnerianos. Sonó muy bien la orquesta, en solos y conjuntos, bajo la batuta de Gerd Albrecht, uno de esos maestros a los que convendría ligar por contratos plurianuales. Supo compaginar lirismo y tensión en una lectura vibrante en la que las únicas máculas fueron la reducida sonoridad de la voz de la soprano Melanie Diener y los sobreesfuerzos del barítono José Antonio López por hacerse oír por encima de la orquesta.
El canario Iván martín interpretó con sensibilidad el muy mozartiano “Concierto para piano y orquesta n.2” de Beethoven, que en realidad fue el primero en ser esbozado por su autor. Se atrevió a conceder una propia sin que el público realmente la demandase. Ni se trata de ser como de la Rocha, que no gustaba de bises porque opinaba que costaban dinero, ni lanzarse a ellos sin ton ni son. Gonzalo Alonso