De luto
La música está de luto. Se habla y escribe mucho con admiración del auge que experimenta en España y sin embargo, si eso es verdad, es a costa de los medios de comunicación. Salvo excepciones muy reconocibles, cada día la música clásica pinta -¿suena?- menos en ellos.
Desde el pasado verano ha desaparecido la crítica musical en uno de los diarios nacionales. Algún crítico de otros medios se alegrará de ello. Yo no, desde luego. Supone una pérdida para la música que acabaremos pagando todos. Las hemerotecas son fuente cantante para la documentación e investigación. ¿Cómo sabríamos lo que a Beethoven le costó imponer su «Fidelio» o a Verdi su «Traviata» o el escándalo del estreno parisino de «La consagración de la primavera» si no fuese por las críticas de la época? Sin la crítica se pierde una parte de la memoria histórica. Además la competencia estimula a cada crítico a dar lo mejor de sí mismo. La ausencia de competencia favorece la dejadez. Por ello pido una reflexión a los responsables de esa censura musical.
Pero es que la preocupación aumenta al mirar al ente público de Radio Televisión Española. Radio Clásica va a reducir enormemente su personal crítico en nómina y colaboradores en uno o dos años. Es predecible que se intente transformar en una emisora de fórmula, como en el pop, porque sin personal no podrán realizarse muchos de los programas actuales.
El inicio de operaciones de un nuevo canal clásico televisivo, el de Unitel, no debe engañarnos. Es cierto que resulta interesantísimo por su gran fondo -y tiempo habrá para hablar de ello- pero su enfoque, con un único punto de mira en el intérprete, no es el que más puede beneficiar y hacer por la música puesto que. al abandonar al compositor, se cercena el futuro del género. Únicamente del pasado no puede vivirse eternamente.
Un día de estos habremos de concentrarnos todos los críticos para entonar juntos un «Va pensiero» por nuestra música. Voy preparando mi pancarta y un lazo negro.
Gonzalo ALONSO