Temporada de la ONE
Dudamel, marketing y talento
Obras de Beethoven y Prokofiev. G. Kremer, violín. Orquesta Nacional de España. G. Dudamel, director. Auditorio Nacional. Madrid, 16 de mayo.
Tuvo vista y suerte la dirección de la ONE cuando contrató a Gustavo Dudamel (Venezuela, 1981) para un concierto de su temporada en el momento en que su estrella empezaba a brillar. Apenas a finales de 2007 comenzó su carrera internacional en el Festival de Lucerna, de la mano de Barenboim y la Filarmónica de Viena, para continuar con las de Nueva York, Berlín y el decisivo nombramiento como titular en Los Ángeles. Hoy hubiera sido casi imposible contratarle. Hay que hacer ahora lo mismo con otros como él.
Inquieta tanto marketing, pero Dudamel ha demostrado en Madrid que es un joven con talento. Dirigió una “Quinta” de Prokofiev de gran sentido en la que rebosaba por doquier la impetuosidad de la juventud. Le gustan los acelerandos y los fuertes contrastes dinámicos, que utiliza sin abusar para generar tensiones que se convierten en emociones. El segundo tiempo resultó magnífico. Otra cosa es que fuera conveniente reducir ese baile de caderas y rodillas que perjudica su imagen en el podio. Previamente acompañó con detalle a Guidon Kremer en una excelente versión del “Concierto para violín” de Beethoven, destacable por su virtuosismo pero también por el empleo de la cadencia de Alfred Schnittke, que dota de una atmósfera irreal a la popular obra de Beethoven en la que se conjugan pasado y presente de la música. Un gran concierto con una ONE de nuevo en plena forma. Gonzalo Alonso