Fallece Cornell McNeil
La perseverancia hecha barítono
El Mundo
A pesar de que a Cornell MacNeil le llegó el reconocimiento a una edad avanzada, está considerado uno de los grandes barítonos estadounidenses de la segunda mitad del siglo XX. Su especialidad eran las obras de Verdi, que llegó a representar en más de 600 ocasiones en el Metropolitan Opera de Nueva York, el Met, su teatro de siempre. Falleció el pasado 15 de julio en Charlottesville, Virginia, a la edad de 88 años.
«Cuánto más largo y complejo era el papel, mejor lo hacía. Boccanegra, Rigoletto, Macbeth, Nabucco, Falstaff, Iago, todos estos papeles se podría decir que eran de lo más complicado y variado», declaró el director del Metropolitan, James Levine, en una entrevista concedida al magazine Opera News en 2007.
Aunque no era considerado un artista de temperamento volcánico, creó un gran escándalo en una ocasión, en un teatro de Parma. El 26 de diciembre de 1964, durante la representación de la obra Un baile de máscaras, el público de la ciudad italiana, conocido por no andarse con miramientos a la hora de mostrar su descontento, abucheó a la soprano Luisa Maragliano justo antes de que MacNeil empezara a interpretar la aria Eri tu.
«Me estaba enfadando cada vez más a medida que aumentaba el ruido. No lo pude soportar más. ¡Basta, cretino!, grité, y salí del escenario», recordaba MacNeil en una entrevista a The New York Times. El director de la obra le suplicó que saliera al escenario de nuevo, y le advirtió del riesgo que corría su familia. Pero MacNeil no se amedrentó, envió a su mujer e hijos al hotel, y salió sólo por la puerta principal. Los empleados del teatro se le echaron encima, y volvió a EEUU con la cara amoratada.
Nacido en 1922 en Minneapolis, hijo de un dentista y una cantante que había estudiado con el famoso contralto Ernestine Schumann-Heink, MacNeil siempre tuvo claro que se quería dedicar a la ópera. Sin embargo, durante muchos años pareció una sueño irrealizable a causa de sus problemas de asma, suficientemente graves como para que el ejército rechazara alistarlo durante la II Guerra Mundial.
Gracias a sus dotes vocales, sin embargo, consiguió un trabajó en la emisora Radio City Music Hall Glee Club, siendo él quien anunció a la audiencia las rendiciones primero de Alemania, y luego de Japón.
A pesar de su enfermedad, no se dio por vencido, y estudió con el barítono retirado Friedrich Schorr en la Hart School of Music de Hartford. Al acercarse a la treintena, sus problemas de asma desaparecieron, y consiguió un papel de actor principal en la opera El Cónsul, que se estrenó en el Shubert Theater de Philadelphia en 1950.
Tres años y muchas horas de práctica en clases privadas más tarde, consiguió su primer papel secundario en la producción de La Traviata en la New York City Opera. En sus primeros pasos en los teatros de la Gran Manzana, recibió críticas por sus errores como actor, que él atribuyó al hecho de no entender qué cantaba, por lo que decidió aprender italiano.
En 1959, se trasladó a Italia con su primera mujer, Margaret Gavan, y sus cinco hijos. El 5 de marzo debutó en el mítico teatro de La Scala, en Milán, interpretando el papel de Carlo en Ernani, de Verdi. Su actuación impresionó al responsable de La Scala, que se ofreció a contratarlo. Sin embargo, también el Metropolitan se había interesado por él, y MacNeil prefirió volver a Nueva York, donde alcanzaría por fin la fama.
Su debut en el Met fue con Rigoletto, de Verdi, un papel que interpretaría allí en más de un centenar de ocasiones. Aunque también interpretó obras de otros autores aparte de Verdi, como Wagner, su talento sobresalía sobre todo en las obras italianas. Se retiró el 5 de diciembre de 1987 después de que una prueba médica mostrara que su arteria carótida estaba bloqueada.
Cornell MacNeil, barítono, nació el 24 de septiembre de 1922 en Minneapolis (Minnesota, EEUU) y falleció el 15 de julio de 2011 en Charlottesville (Virginia, EEUU).
Últimos comentarios