Fundación March: Pelele y Mavra o cómo hacer más con menos
Ciclo teatral de la Fundación March
Cómo hacer más con menos
“El Pelele” de Julio Gómez y “Mavra” de Stravinsky. Susana Cordón, Marina Makhmoutova, Anna Moroz, José Manuel Montero. Tomás Muñoz, dirección de escena. Roberto Balistreri, dirección musical. Fundación March. Madrid, 3 de abril de 2016.
Tras el éxito de las ediciones anteriores de este ciclo de ópera de cámara iniciado en 2014, la Fundación March propone otro dueto de pequeñas piezas con algunos elementos comunes, en este caso “El Pelele” de Julio Gómez y “Mavra” de Stravinsky. El salón de la Fundación es ideal para recuperar piezas como éstas que no pueden tener cabida en los grandes teatros y que, por su propia naturaleza, precisan presentarse con mucho mimo. Es lo que hace Tomás Muñoz, armando ambas a partir de sus coincidencias con muy pocos medios, mucho ingenio y mucho resultado.
La de Gómez es una pena que no la haya podido disfrutar su hijo, el crítico Carlos Gómez Amata recientemente fallecido, porque hubiera disfrutado. Inspirada en la tonadilla dieciochesca se estrenó en 1925, mientras que la de Stravinsky, de corte neoclásico y basada en un texto de Pushkin, lo fue tres años antes. En la primera su única protagonista, costurera, es víctima del complejo de solterona y acaba por coserse un muñeco que sea su hombre. La protagonista de la segunda logra meter en la casa donde vive con su madre a su amado disfrazado de sirvienta. Tramas simples que juntas apenas llegan a la hora de duración, en las que el reparto se entrega con fruición. Susana Cordón, soprano de grata y timbrada voz, corre con amabas partes centrales con una pícara actuación escénica sin un minuto de respiro. Es artista que nuestros teatros deberían aprovechar mucho más. José Manuel Montero, el amante disfrazado, no le va a la zaga aunque abuse un poco de caudal. Marina Makhmoutova y Anna Moroz completan el reparto de “Mavra” y Roberto Balistreri acompaña eficazmente ambas al piano. Como escribe Pedro González Mira en Beckmesser a raíz de la simultaneidad de esta propuesta con las cuatro horas y media de “Parsifal” en el Teatro Real, el tamaño no importa a la hora de cuidar las cosas. Y, a la hora de cuidar, hay que felicitar a la Fundación March por la ejemplaridad del programa de mano, muy superior en todo al del Real. Por cierto ¿no hay en España cantantes que puedan con las muchachas flor de “Parsifal” y tengan que importase? Gonzalo Alonso
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