Albéniz en El Escorial
“Iberia” multimedia
“Iberia” de Albéniz. Rosa Torres-Pardo, piano. José María Gallardo del Rey, guitarra. Lola Greco, baile y coreografía. Eduardo Arroyo, estenografía. Ignacio García, dirección escénica. Olga García, iluminación. Emilio Gimeno, dirección proyecto. Teatro Carlos III. San Lorenzo de El Escorial, 10 de junio.
Los tiempos cambian que es una barbaridad. Hace años Fischer Dieskau habría cantado el “Viaje de invierno” en su más completa desnudez y Esteban Sánchez o Alicia de Larrocha hubieran tocado “Iberia” de la misma forma y quizá la crítica la habría escrito Harold Schoenberg. Pero ni Dietrich Henschel ni Rosa Torres-Pardo ni yo somos aquellos, por fortuna o por desgracia. Estamos en la era “multimedia” y la música a pelo parece no ser suficiente o, quizá, ser demasiado para algunos públicos. De ahí que, por ejemplo, Hans Zender idease una orquestación para el gran ciclo schubertiano y trasportase el ciclo a la cuerda de tenor o que Pierre Strosser diseñase una puesta en escena que se vio en 2001 en el Festival Mozart de La Coruña y en 2003 en la Zarzuela. No es la única escenificación. Mortier encargó otra al hijo del célebre matrimonio Hermann para su Ruhr-Triennale y el Liceo en coproducción con Manheim realizaron encargo similar al desaparecido Santiago Palés. Así canta hoy el «Viaje» el barítono Dietrich Henschel. Algo parecido se le ha ocurrido ahora a Rosa Torres-Pardo con algunas de las piezas de la “Iberia” de Albéniz, como antes se le ocurrió con sus canciones.
Torres-Pardo conoce bien la obra que acaba de presentar en disco. En su largo trabajo, cuaderno a cuaderno, hasta poder dominarla por entero, buscó sus raíces más populares y dejó volar la imaginación, visualizando baile y guitarra como parte de ella. Lola Greco desarrolla la coreografía y afronta los solos de baile vibrando y trasmitiendo sentimientos, con el duende del flamenco en sus brazos. En el escenario apenas un biombo, unos retales y una enorme cabeza dorada de toro, diseños de Eduardo Arroyo. A José María Gallardo del Rey, guitarrista ecléctico, no le es nueva la música del maestro de Camprodón, puesto que ya ha realizado trascripciones de sus obras. Guitarra y piano se funden para alumbrar con nuevos focos estas joyas pianísticas, aunque convendría reducir un punto la amplificación de la primera. Los dos solistas también afrontan sus solos en un espectáculo imaginativo, sencillo y de la duración justa, que se podrá ver próximamente en Granada y que logra el objetivo fundamental de llegar al público de nuestros días y hacerle disfrutar. Gonzalo Alonso