He aquí en dos palabras lo que puede verse en el Real.
Música bellísima.
Excelente dirección musical.
Robert Carsen es un genio de la escena. No hay puesta en escena sino semisescenificación muy conceptual y sobre la que sin duda puede haber diferencia de opiniones. Eso sí, seguro que a coste de oro. Toda la obra a oscuras, con el peligro de adormecer al espectador, que sólo goza de un minuto de luz al final.
Excelente Susan Graham. Correcto Paul Groves, aunque Ismael Jordi lo cantó en otros lares de forma mucho más bella.
Si se tiene a Plácido Domingo, tenor, cantando como barítono hay que configurarle el tenor a la medida y Groves suena demasiado. Se precisaba un tenor más lírico para contrastar con la voz de Domingo, quien anunció una indisposición que no se evidenció por lado alguno. Era el Plácido de siempre. Da gusto oirle cantar, pero el papel es para un barítono verdadero. Mejor Domingo que un barítono mediocre, pero mucho mejor un buen barítono para Orestes.
En resumen: bien pero mejorable.
Beckmesser