James Levine no volverá a trabajar en el Met

Hace ya semanas que el mundo de la música clásica se unió a la imparable tormenta de Hollywood en lo que respecta a los abusos sexuales. Hace pocos días salía a la prensa los más que posibles abusos del tenor David Lewis, de la Ópera de Australia, hacia una niña de 14 años.

Ahora toca al Metropolitan Opera, que ayer anunciaba que quedan suspendidas todas las actuaciones de James Levine, su director musical emérito y una figura importantísima en el mundo de la música clásica,en la gran casa debido a los posibles abusos sexuales provocados a un adolescente hace más de tres décadas.

El anuncio se produjo después de un artículo que detallaba las acusaciones de abuso sexual hechas por un hombre, que ahora tiene 48 años, al departamento de policía en Lake Forest, Illinois, acusaciones que el Met conocía desde hace un año. Los hechos denunciados comenzaron en 1985, cuando la supuesta víctima era un adolescente, y se prolongaron hasta 1993.

Peter Gelb, gerente de la casa, ha declarado que «La denuncia llamó la atención del Met cuando se abrió la investigación policial de Illinois en octubre de 2016. En aquel momento, Levine declaró que los cargos eran completamente falsos, y quisimos esperar hasta la investigación adicional de la policía. Necesitamos determinar si los cargos eran ciertos y, si lo eran, tomar las medidas adecuadas. Ahora llevaremos a cabo nuestra propia investigación». De hecho, la prensa intentó ponerse en contacto con él en octubre del año pasado, pero en aquel momento no quiso hacer declaraciones.

De momento, Gelb ha declarado: «Mientras esperamos los resultados de la investigación, basados en estos nuevos informes de noticias, el Met ha tomado la decisión de actuar ahora». La decisión cuenta con el respaldo total de la dirección del Met Board y su Comité Ejecutivo.

Levine ya se había enfrentado a este tipo de rumores, sin una acusación firme ante la policía, en otras ocasiones. En 1987 ya le preguntaron sobre el tema en una entrevista y el maestro contestó: «No tengo la menor idea de dónde vienen esos rumores o para qué sirven». Ahora, a sus 74 años, tal vez tenga que responder sobre ellos, aunque no podrá ser procesado en ningún caso al haber prescrito el delito. Resulta curioso que todo esto haya pasado mientras dirigía precisamente en el Lincoln Center el trágico Requiem de Verdi.